Alquilar un coche no es la mejor opción para moverse en Londres. Nosotros tardamos más de dos horas en llegar desde el aeropuerto de Gatwick al Emirates Stadium.
Tras más de dos horas de trayecto tuvimos la suerte (aún nos preguntamos cómo) de aparcar en la puerta del pub ‘The Bailey’, uno de los lugares donde se reúnen hinchas del Arsenal en las cercanías del Emirates Stadium. Nos faltó la alfombra roja hasta el estadio.
Aficionados del Arsenal se dirigen tranquilamente al Emirates para ver a su equipo. Este túnel sale directamente a las puertas del estadio.
Al salir del túnel nos encontramos con la primera imagen del Emirates Stadium. A mí, un apasionado de los estadios, me maravilló. Lo tiene todo.
Después de las taquillas encontramos ‘The Armoury’, la tienda oficial del Arsenal. O lo que es lo mismo, donde se aprovisionan los ‘gunners’. Ese día encontramos buenas ofertas.
Durante mucho tiempo insistí a Juan Castro, amigo y periodista de Marca, en ir a un partido de la Premier League. Y aquel Arsenal-West Ham en el Emirates Stadium fue nuestro estreno. Y, desde entonces, no hemos parado.
Tras una vuelta por la tienda oficial y un par de fotos, llegó el momento de entrar al estadio. El gran momento, diría yo.
Antes de buscar nuestra localidad nos asomamos alas cristaleras que cubren la fachada del Emirates para echar un vistazo a los alrededores del estadio. Junto a él se encuentra la vía del tren.
La típica bruma londinense de las tardes de invierno, cuando empieza a anochecer y los rayos del sol apenas se intuyen entre la niebla.
El Emirates Stadium fue un gran escenario para nuestro primer viaje futbolero. Cómodo, acogedor y realmente bonito. A Tomás Campos le gustó…
Nuestro estreno en la Premier League fue perfecto. Hizo frío, es verdad, pero lució el sol, el estadio se llenó y el ambiente estuvo a la altura.
En Inglaterra aprovechan al máximo los rayos de sol, de ahí que la cubierta del Emirates Stadium, como muchas otras en la Premier League, sea traslúcida.
En seguida nos metimos en el papel de aficionados del Arsenal, sobre todo yo. Aunque el hincha de atrás no nos tomó muy en serio…
Aunque me hubiera gustado conocer Highbury, el Emirates Stadium me encantó. Es el tercero con mayor capacidad en Inglaterra (60.301 espectadores) y, sin duda, uno de los más espectaculares. Sentí la misma emoción que la primera vez que pisé un estadio.
En el sorteo de campos previo el encuentro, el portero español Almunia abraza a Bacary Sagna, lateral izquierdo del Arsenal.
El español Almunia era entonces el portero titular del Arsenal y en aquel viaje futbolero tuvimos la ocasión de verlo en directo ante el West Ham.
En aquel encuentro ante el West Ham, Almunia tuvo un buen día y no encajó ningún gol.
A pesar de que faltó Cesc Fábregas, al que no pudimos ver en directo, el Arsenal alineó a un equipo de primer nivel: Nasri, Rosicky, Arshavin, Adebayor, Van Persie…
Como es habitual, el Emirates Stadium se llenó para ver a los ‘gunners’. 60.361 espectadores en una fría pero soleada tarde de invierno.
Una imagen de nuestros compañeros de grada en el Emirates Stadium. A pesar de estar en el tercer anfiteatro, la visión del campo es espectacular.
Arsene Wenger se dirige a su asiento. Cómo veis, los banquillos están totalmente integrados en la grada del Emirates. Sólo una pequeña barandilla separa a los jugadores del público.
En el descanso aprovechamos para conocer mejor los zonas interiores del Emirates y disfrutar de las vistas que ofrece desde el tercer anfiteatro. Algunos espectadores aprovechan para tomar algo (nosotros, con el perrito de 7 libras tuvimos bastante).
Vista del barrio de Ashburton Grove en el norte de Londres, donde se ubica el Emirates Stadium.
En la segunda parte, a pesar de ser sólo las cuatro de la tarde, la noche empezó a caer sobre el Emirates. Y el frío también. Más aún, si cabe.
Aunque ya sentía cierta simpatía hacia el Arsenal, mi visita al Emirates Stadium resultó definitiva: ‘supporter forever’. El atuendo me delata.
Hay quien suele cerrar los bares cuando sale de marcha. Yo soy más de cerrar los estadios cuando hago un viaje futbolero. Más bien, suele echarme…
No fue el partido del siglo. Empate a cero en nuestro primer viaje futbolero a Londres. Habrá que volver en busca de goles.
Foto para el recuerdo de nuestro estreno. Londres siempre será recordado como nuestro primer viaje futbolero oficial.
Los pasillos y salas interiores del Emirates son realmente acogedoras. Por todos lados hay televisores en los que se puede seguir la jornada de la Premier League y ver el resumen del partido en Arsenal TV.
Dos cañones presiden la entrada al Emirates Stadium. El símbolo de los ‘gunners’.
Antes de coger el coche, eso sí, nos hicimos la foto de rigor en los cañones del Emirates.
Un padre retrata a sus hijos, hinchas del Arsenal, sobre uno de los cañones. Los nuevos ‘gunners’.
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