El viaje lo organizamos con tiempo y decidimos irnos desde el 18 hasta el 21 de junio pidiendo dos días de vacaciones en el trabajo. Así, me hice una de mis famosas listas para viajar:
Boli de insulina rápida en uso + 2 más (por si se rompe, pierde, hay algún tipo de imprevisto…)
Boli de insulina lenta en uso + 2 más (por si se rompe, pierde, hay algún tipo de imprevisto…)
Tiras reactivas en uso + dos cajitas más por los mismos motivos.
Pila de repuesto para el glucómetro (bastante que nunca se gaste para que suceda en el viaje)
Glucómetro de repuesto.
Pinchitos para bolis y medidor.
Una caja de glucosport.
Galletas, bocatas y manzana para el viaje.
Carta médica de viaje en inglés/español.
Tarjeta médica europea
Pasaporte y DNI. Aunque en Europa con uno de los dos es suficiente, no está de más llevar ambos.
Dinero en metálico y tarjeta de crédito
Ropa, abrigo, neceser…. y las mil y una cosas que toda mujer lleva aunque se vaya dos días :)
Pues bien, con la maleta hecha y pasando estos cuatro días debo decir que el balance del viaje ha sido excelente. Mi glucosa ha estado muy controlada, ya que andábamos muchas horas (de 9 de la mañana a 8 de la tarde), he ido al Tivoli y me he montado en casi todas las atracciones, hemos salido de fiesta, hemos visto la ciudad y sobre todo me he reído mucho y he disfrutado una barbaridad. Os detallo:
Sabiendo que la alimentación cambia bastante de un país a otro y que el uso de la mantequilla es más que común para cocinar, lo primero que hicimos fue ir al supermercado y ver qué nos haría falta. Finalmente y pensando en mi azúcar, tanto Susi como yo, (aunque los daneses son un encanto y te traducen al inglés todo, elegí aquello que sabía que podría controlar fácilmente) compramos:
Leche semidesnatada y galletas integrales para desayunar.
Pan bimbo de centeno y embutido para hacer sandwichs y hacer tentempiés.
Manzanas.
Refresco azucarado por si sufría alguna hipo nocturna.
Pasta integral.
Agua.
Con medio menú hecho, decidimos hacer las comidas principales en calle. Debo decir que no me he privado en la comida, pues andar tanto me ha permitido bajar una dosis de basal en la mañana y otra en la noche, mantenerme en niveles bajos casi todo el día y disfrutar lo máximo posible. Algunas precauciones que os recomiendo que también toméis si os gusta comer por ahí en el extranjero:
Evitar las salsas, siempre van a llevar grasa y os va a perjudicar en las glucemias posteriores. mejor optar por alimentos más saludables o que tengan la misma elaboración que vuestro país de origen y que controléis. (Si os dais el capricho y os descontroláis, no pasa nada tampoco, es una vez y midiéndoos más y corrigiendo no hay mayor problema)
Cuando se nos baja el azúcar en un viaje, es súper tentador pecar con el dulce típico de allí…Yo también lo he hecho, pero en vez de optar por los más azucarados, he bebido un sorbo de refresco para remontar un poco y después me he pedido un bollito que tenía hidratos, pero no más azucar que el pan o el propio chocolate (hay foto), permitiendome también tener hidratos para seguir caminando luego y por supuesto, si era demasiado, pues me pinchaba algo para no tener una hiper.
Respetar los horarios de comida y comer cada 3 horas algún hidrato lento en pequeña cantidad. Si no quieres bajadas de azúcar que te asusten y andar y hacer todo el deporte que quieras es necesario cuidar este punto.
Por mucho que conozca tu compañero de viaje sobre diabetes, recuerda os puntos principales y las situaciones críticas que pueden pasar y cómo debe actuar. En este sentido, puedo decir que mi amiga Susi ya está hecha una experta (Gracias por poner siempre tanto interés en todo lo que te repito mil veces)
Si queréis tomar alcohol optar por aquellas bebidas que controléis mejor. Yo en mi caso tomé cerveza, primero porque estaba buenísima y segundo porque me mantenía bien la glucosa con ella, pero ahora bien, suelen ser muy grandes, hay que controlar las raciones (la cerveza tiene hidratos además de alcohol).
Si vas a montarte en una atracción, como me pasó a mí en el TIVOLI mídete antes la glucosa por si estuvieses en hipo. Yo siempre hago algo y es que cuando voy a parques de atracciones me llevo una sudadera, chaqueta, o similar con bolsillos que se puedan cerrar, de tal forma que meto glucosports y el medidor, por cualquier cosa que pueda pasar.
A la vuelta, lo fundamental ha sido controlar la glucosa, ya que el ejercicio excesivo desaparece y controlar la alimentación los primeros días para que todo se normalice. Hasta el momento no he tenido que subirme la insulina ya que mi glucosa se mantiene igual que en el viaje :)
Creo que con todo esto podéis pasar un viaje maravilloso. Pero me gustaría recordaros que estos son mis más humildes consejos y que cualquier duda, cambio en la pauta de insulina, etc, ante la duda consultar al médico, ya que como siempre os digo… cada uno somos un mundo. Os dejo algunas fotitos más :) Gracias