Aprendí a salir a valorarme…
Los tiempos son geniales, las experiencias me asombran y me siento ciudadana del cosmos.
Me pasan cosas de lo más desopiladas… lo cual me muestra lo lindo que es vivir acá… y ser llevada por la vida.
Fluir, me decía mi psicóloga.
Yo voy por las experiencias que me parecen acertadas y las no tanto.
Los alumnos se fueron y eso me alivia, aparecen muchos ojitos que me miran… a los cuales ni sé quiénes son. Mi alma, mi ser solo sigue y enseña línea, para los marcianos y muestra como Marte es habitable. Locuras, noticias de las cuales me lleno momento a momento.
Si, mis experiencias de “incide”, de volar con la información, me acompañan.
Es raro vivir acá en Buenos Aires y pensar en ir a Marte, en ser abducida, en pensar los objetos “opars”, en saber que no estamos solos acá. Pienso y escucho información acerca de la percepción y del tiempo, espacio y demás categorías inventadas por la modernidad… recuerdos del moño filosófico que tanto me constituyó.
Y sigo dándome cuenta del verso del tiempo y espacio.
Enterarme que el tiempo en general es solo un producto de la manera holográfica de ver la realidad… y como compatibilizar esto con mis negritos de la villa… de la vida… mi abuelo y mi abuela en esa locura de no hablar y yo pensando las logias masónicas…
La menstruación, la pastilla del día después… el olor fuerte de mujer… la ausencia de otras cosas… las mañanas despertando y sabiendo que no pude descansar… trenes, ´plata…
gustos de arroces diferentes… no pintar… escuchar… y para la vida solo sentir que soy canalizada…
Y claro, a veces me va para la mierda, como este “6° grado… nuevo” donde la villa cala muy hondo.
Mis pensamientos, mis búsquedas me llevan a seguir caminando y sigo y sigo , sin darme cuenta de todo lo palado hasta aquí.
Quizá tenga una vida nueva, ideas nuevas, cariños a rolete para mis hijas… y esto de que lo de antes ni figura.
Las páginas de citas ni aparecen, los hombres solo me son entes estudia-bles, ni entrañables ni acerca-bables.
Es lindo saber que soy libre de muchísimas cosas, de las harinas, de los hombres, de la plata desde hace ya un tiempo, de cualquier cosas que pueda sentirme en necesidad… ésta no existe …
solo está originada por el ego.
Este bicho que me hace surcar los mares es de lo más loco. El ego.
Me ensalza con las virtudes …me duerme en los laureles de ser especial.
Nada de todo esto es real. Solo vivir sin más, amar a mis hijas, acariciar sus caras y sentir sus luces… que más hace falta?
La emoción me atraviesa ya… un poco violentamente si lo sé…
Soy pura vivencia de todo lo que me ocurre.
No sé donde terminaré, ni donde iniciaré… solo seguir pasito a pasito todo este recorrido … bíblico?.
La mujer salida de la costilla parecer ser inacabable.