Me he cambiado a WordPress (por si no os habíais dado cuenta, que yo entiendo que después de un mes sin escribir nada se os habrá olvidado cómo era esto antes. De hecho no me extrañaría que no os acordaseis ni de quién soy yo o por qué me seguís. Me seguís porque soy muy graciosa, recordadlo) y nada, que ha sido
Al principio esperaba el evento con mucha ilusión, tonteaba con la idea de dejar Blogger desde hacía un tiempo y WordPress tenía un montón de juguetitos divertidos y fáciles de usar (plugins, plugins para todo). Estaba un poco indecisa, rollo que ves un vestido que te mueres en una tienda y te pasas una semana soñando con él hasta que decides volver a por él y resulta que se ha agotado. Y esto me ha pasado tantas veces que al final pasé de todo y me lancé. Bueno, por eso y porque tengo poca paciencia cuando tomo una decisión, a mí lo de meditar las cosas no me va por mucho que me haya pasado al yoga.
Total, que me planté el 2 de noviembre y me metí en faena. No voy a entrar en detalles ahora porque solo puedo pensar en volver a la normalidad con el blog, pero dedicaré una semana o así a todo el asunto para los interesados (si es que los hay) con todo lujo de detalles. Todos mis males se concentraron en 3 puntos: el nuevo servidor, el diseño del blog y la redirección de contenidos. Todo lo que podía salir mal, salió mal. Pero mal de querer morirte, vaya. Problemas por todas partes, que yo había momentos en los que me planteaba muy seriamente mandarlo todo a tomar por saco y cerrar el blog definitivamente, porque es que no me podía creer lo que me estaba pasando. ¿Por qué había gente a la que le salía bien y a mí no? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? POR FAVOR. (Todo muy dramático, que yo soy muy intensita a veces también).
Al final, evidentemente todos esos problemas se han resuelto, pero os digo cómo se han resuelto: dando el coñazo como no lo he dado en la vida. A mí no me gusta tener que tocar
Quizá el servidor que yo he utilizado no os lo recomendaría (hay mucha gente que sí lo haría), pero igual es solo porque estoy un poco sensible con cómo han acabado las cosas entre ellos y yo (no me he liado con nadie de allí ¿eh?) porque las cosas han acabado bien pero como que ha sido de una manera un poco agridulce. Igual dentro de unos meses, cuando os hable de todo el proceso, se me haya pasado y os diga que el servicio es bueno, pero ahora mismo no me apetece nada hacerles ningún cumplido, sinceramente.
De quien sí puedo hablar maravillas es del diseñador al que le encargué el tema del nuevo blog. Resulta, que para poder poner en funcionamiento un WordPress propio en un servidor privado y demás, no basta con instalar Wp y ya, no. Esto no es Blogger, aquí gratis no hay nada. También hay que comprar un tema (o plantilla) donde poder desarrollar tu web. Que luego tú lo cambias como quieras (puedas o sepas), pero una base tienes que instalar y, eso, no es gratis. Barajé muchísimas opciones, ya sabéis lo importantísimo que es el diseño para mí. Pero al final siempre volvía a la misma página web y a las mismas características: Pipdig. De verdad, no puedo recomendaros más este sitio. Tiene temas prediseñados para Blogger y WordPress, y además no son nada caros comparados con lo que hay por ahí (porque ya me diréis DE QUÉ va a pagar nadie 500â?¬ por un diseño Blogger, pero bueno, allá cada cual, es como el que vaya a pagar 1.500 por ir a lo de Pelayo, que VENGA YA). El que yo elegí fue el Infinite (que acabo de ver que lo ha bajado de precio 10$ y me voy a acordar de todos sus muertos) pero no me podía quedar así, tenía que hacerle unos retoquitos. Le pedí el sidebar al lado izquierdo y un recuadro blanco en los widgets y luego me peleé con el resto hasta que quedó como lo veis ahora (que tiene su mérito, pero no lo ha hecho todo él ¿eh?) Al principio se me bloqueó la plantilla por unos plugins que estaban en conflicto y esas cosas, y me lo solucionó con toda la paciencia del mundo. Phil es un santo. (Estaría muy guay que quisiera hacer un sorteo de un diseño suyo aquí ¿no? Ahí lo dejo).
Y que estoy muy contenta con mi nuevo diseño pero si ha habido un héroe claro en esta migración ese ha sido Bor, de Maravillawesome. El latazo que le he podido dar con este tema ha sido de no aguantar, de verdad. Y mucho menos de una tía a la que solo conoces de Internet. Increíble. Le conocí a través de IronBlogger (porque estoy metida en todos los fregados) por una entrevista que se hizo (sí, él a sí mismo) y que me dio tan buen rollo que solo podía ponerme en contacto con él. Total, que su web está en WordPress también, pero antes había estado en Blogger y había escrito una guía sobre cómo hacer la migración, que yo seguí religiosamente y que cómo no, me dio un montonazo de problemas. Porque a mí no me salen las cosas bien a la primera nunca. Yo creo que un poco por eso, por orgullo porque era su guía, ha estado pendiente de todo el proceso y me ha aguanta a horas intempestivas de la madrugada (las 7 de la mañana, que yo me levanto muy pronto) quejándome de lo mal que me estaba yendo. Por orgullo y porque es un pedazo de pan. No podría estarle más agradecida. De hecho he intentado pedirle matrimonio, pero su novia no quería ser la niña de las arras, así que no sé, se ha quedado un poco en el aire la cosa. (Un besito para los dos).
Y ya que estoy repartiendo besitos, también unos cuantos para mis tíos, que fueron los primeros a los que les di la brasa con la migración (que resulta que lo de las páginas web y tal lo llevo un poco en la sangre) y que yo creo que van a estar muy orgullosos de su sobrina porque ojocuidao’ que no todo el mundo puede decir que haya migrado a WordPress.
Y nada, petits, que Elegance Hunter vuelve a la normalidad (pero un poco mejorado). Todavía me queda muuuucho trabajo entre bastidores, pero eso es cosa mía. Y ya sabéis: ruegos, preguntas, sugerencias y todo lo que queráis pedirme o criticar de la nueva web, en la caja de comentarios o por email, que son siempre bienvenidos.
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