En cambio, si la respuesta es negativa, podría ser el comienzo de un gran camino mucho más largo, bien porque tienes más de una semana de tu tiempo libre, o bien, porque aún no has encontrado el momento de impregnarte con el polvo del camino.
Entonces viene un poquito de presión, de la sana, esa misma que te hace perseguir un aliciente más allá de los pequeños detalles diarios. Tienes que ponerte una fecha, quedarte sin tiempo no es la mejor opción.
Errores que cometí al trazar mi primer camino
No siempre uno tiene un mes de tiempo libre para realizar uno de las grandes Caminos que dieron fama a los peregrinos de otras épocas. De hecho, como primer bocado de realidad, mi primera exploración del Camino fue 7 días en el Camino Primitivo desde las murallas romanas de Lugo.Errores que debes evitar si quieres hacer el #CaminodeSantiago en una semana #Theway #Travel #WTSBlog
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Cruzando el puente romano sobre el río Miño a su paso por la ciudad de Lugo, hasta llegar a Compostela cinco días después. Esto ocurrió en una Semana Santa.
1. Creer que tienes siete días para caminar solo es factible si vives muy cerca del punto de partida
Entre que vas al lugar de inicio y retornas al hogar, te sueles dejar dos días sin andar, sólo en transportes. Al final te quedas con los cinco magníficos que te marcan los famosos cien últimos kilómetros para solicitar una credencial.Efectivamente tendremos derecho a solicitar la Compostela, y sobre todo a disfrutar de casi un día completo en la ciudad medieval de Santiago, que no es cualquier cosa precisamente, se trata de un gran premio al que no deberías renunciar por regresar antes a casa.
2. No requiero entrenar, solo son unas jornadas de largos pero saludables paseos
Sí, efectivamente, mi primera vez fue de lo más saludable.En aquellos días de primavera no escasearon las lluvias. Esto también forma parte de la aventura del camino, sin lugar a dudas, aunque siempre se echa de menos algún que otro esporádico rayo de sol, sobre todo cuando la humedad enreda en los huesos.
¿Cuánto tengo que entrenar para hacer el #CaminodeSantiago? Aquí todas las respuestas
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Precisamente, es al quinto día de camino, día arriba o abajo, cuando tus músculos comienzan a coger temperatura, rinden al mejor nivel, la expresión de tu cara se torna más risueña y tu mirada alza sobre el horizonte buscando la mejor de las vistas. El cansancio va perdiendo fuelle y se abre paso tu yo más disfrutón.
Dejas de mirar al suelo para concentrarte en lo que perciben tus sentidos, más allá del dolor de pies, la inflamación de tus rodillas y la pesadez de tus hombros.
¡Entrena, entrena, peregrino! Tienes que llegar al Camino con los deberes hechos. No son muy complicados de realizar, más bien solo habría que tirar un poco del sentido común:
Resérvate un tiempo para andar todos los días. Progresa poco a poco en tiempo y distancia con el calzado que vas a utilizar en el camino. Lo único que se estrena en el Camino son los días que van pasando. Lleva también una mochila reducida con algo de peso para conseguir una simulación apropiada.
¿Sabéis cuántos puntos de dolor tenía al llegar al albergue de San Román? Más de una decena holgada, y aparecieron apenas a unos cientos de metros antes de llegar al albergue, así por sorpresa, sin previo aviso, como casi todo lo bueno –también lo malo que haberlo, haylo– que te surge en el Camino. Recuerdo que al día siguiente, después de dormir toda la noche a plomo, me sentía sana y renovadas las fuerzas. ¡Milagro!
Menos mal que en mi caso el apóstol proveyó de unos de los milagros más solicitados. Porque milagro fue la reconstrucción de mi cuerpo en 10 horas de un sueño más que nunca reparador.
Podría pasarte a ti, pero lo mejor es no tentar a la suerte del Apóstol con un buen entrenamiento y conocimiento de los límites de tu físico.
3. El tamaño de la mochila no importa
Sí importa, y ¡mucho!Diría que es uno de los secretos mejor guardados del camino feliz. Y escribo bien, mejor guardados, porque los nóveles siguen viniendo a su primer Camino con unos mochilones que tiran constantemente para atrás, nunca mejor dicho. Aquí menos es más, mucho más en realidad.
¿Qué dice la filosofía peregrina sobre este respecto? Frecuentemente, leo en foros y artículos especializados que el peso de tu mochila no debería exceder del 10% de tu peso corporal. Personalmente, mi mochila raramente pesa más allá de 6 kilogramos, y con este fardo me voy al fin del mundo tanto si tardo 7 días como un mes en llegar.
La mochila para ir al #CaminodeSantiago no tiene que pesar un 10% de tu peso #theway #travel #WTSBlog
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O sea que si la operación bikini de la primavera ha ido solo regular y me quedé en los 80 kilos, por ejemplo, entonces… ¿Me corresponde por pura matemática 8 kilos?
Nada más lejos. 5 o 6 kilos es más que suficiente, incluso para peregrinos venidos de una galaxia muy cercana.
Se trata de un craso error ligar el peso de la mochila a los días que estarás en el Camino. El peso de la mía apenas varía con la distancia, tiempo o incluso la estación del año. No importa que esté un fin de semana, una semana, mes completo o recorra la Vía de la Plata desde Sevilla enterita bajo los rigores del verano o las bonanzas del otoño.
¿Cómo montar semejante mochila? La respuesta se encuentra en este post sobre cómo hacerte una mochila para el Camino de Santiago.
¿Una semana es suficiente para “Entrar en el Camino”?
Buena pregunta, la verdad, no sé por qué me meto en estos fregados. Cada peregrino es un mundo y las expectativas que traemos al Camino son de lo más variopintas.Dado el paisanaje tan variado, diría que quizá lo importante es el despertar del gusanillo de viajar con lo mínimo imprescindible. No es baladí esta pequeña gesta personal.
Sí, ese vientecillo de la libertad que despeinará hasta a los más engominados. Me gusta este guiño a la canción de Sabina Pastillas para no soñar, que, por cierto, me viene al ¡pelo!
La vida de un nómada, que busca la aventura con el devenir de los días, pero sobre todo la busca en la bendita incertidumbre de lo bueno –o quizá lo malo– que te traerá el futuro más inmediato. Saber que tienes como un tesoro la etapa de mañana, mientras disfrutas el presente con avidez.
Saborear cada sorbo de tu copa de vino, como si fuera el último caldo de tu vida, percibiendo además que mañana tendrás una ración extra de otro vino desconocido, valga la metáfora, que ya se sabe: con pan y vino se hace el Camino.
Caminos que puedes realizar si tienes 7 días libres
Básicamente, voy a deslizarte una breve lista de grandes tesoros guardados en tarros diminutos con una semana de caducidad:El Camino Inglés, desde la ría del Ferrol.
Camino Francés, desde el albergue de Carmen en Barbadelo. Tengo reconocida debilidad por ese lugar mágico, apenas a solo 4 kilómetros pasado Sarria para comenzar con buen pie.
Camino Sanabrés, desde el puente romano de Orense.
Camino Primitivo, desde las murallas romanas de Lugo.
Camino del Norte desde el puente gótico sobre el río Parga en Baamonde.
Y el Portugués, desde el Puente Internacional sobre el río Miño en Tui.
Cuando llegues a la Catedral de Santiago, y el gusanillo de caminar te haya devorado definitivamente por dentro, descubrirás una callejuela empedrada que baja desde la Plaza del Obradoiro dejando atrás el Parador de los Reyes Católicos.
Consejos, recomendaciones y trucos para hacer el #Camino en 7 días #Theway #Spain #Galicia #WTSBlog
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Esa callejuela posee tanto encanto que seduce al peregrino para que la tome. Se conoce como la Rúa das Hortas. Es nada más y nada menos que la ruta que conduce al Camino de Muxía y Finisterra, otra ruta de apenas 4 o 5 días que te llevará al final de las tierras conocidas, junto con el final de este post.
¡Buen Camino peregrinos!