El escritor alicantino Gabriel Miró decía de su ciudad natal que “era una ciudad traspasada de Mediterráneo” y tenía toda la razón, de ahí que fuera una de las razones por la que decidí ir de vacaciones pre-primavera a Alicante. De hecho en mi lista de lugares para comer o cenar ya destacaba este relativo nuevo local, por su carta y las recomendaciones que conocidos me habían hecho.
Aunque el restaurane tiene terraza, yo preferí sentarme en el salón para almorzar, donde pude disfrutar de la decoración minimalisa y moderna, con los colores que inspiran la tranquilidad que quería para una comida. Pero eso sí, otro día para cenar, opté por la terraza, y resultó igual de agradable.
Este bar-restaurante es un lugar ideal para ir a cualquier hora del día, tanto para comer, tomar un aperitivo o cenar, ya que abren de 12:00 a 24:00 horas, así que no tienes excusa en ir a disfrutar de algunas de sus tapas recien preparadas para ti, que te puedo asegurar que te gustarán. Y aunque el local se puede quedar pequeño para la cantidad de gente que va a tomar algo, eso ya dice mucho no sólo de la cocina sino también del buen servicio que puedes disfrutar.
Nada más ver la carta de la Taberna de tito [www.latabernadetito.com], se aprecia que han puesto mucho interés en la gastronomía local, pero de verdad, no para aparentar. Con una variada lista de tapas creativas pero siempre respetando la tradición que corresponde a cada una y una carta de vinos con pocas referencias, pero variadas y acordes con las tapas.
Además, bien expuesta, podrás ver todas las tapas y platos que preparan, donde la sensación que me dió era que tenía que volver a probar más tapas otro día, por lo interesantes que me resultaban, así que fue un buen pretexto para volver en otras ocasiones.
Mi primera elección fue su famosa Mini-hamburguesa de pollo con Corn Flakes de Kellogg?s, que previamente ya me habían recomendado y que había obtenido el segundo puesto por votación popular en el concurso Bocados de autor, el primer concurso de montaditos de autor de la ciudad de Alicante celebrado el pasado otoño. Me encontré una interesante combinación de texturas que rompe la idea de una hamburguesa trandicional.
Además me pedí un Duo de croquetas de jamón de joselito y bakalao, maridados con una copa de tinto joven con crianza Laderas de El Sequé.
Para complementar las tapas anteriores también pedí un paté con reducción de Pedro Ximénez y por supuesto arroz robao como plato fuerte de la comida, y para maridarlo con una cerveza Nispra, una cerveza artesanal con sabor a níspero, que complementaba muy bien todos los sabores, dejando un postgusto largo y envolvente, lo que resultaba una sensación de hacer comido muy bien.
Por último, la cuenta, y aunque puedas pensar que unas tapas de autor puedan resultar caras, aquí no es así ya que el precio por persona va desde los 10 hasta los 30 euros, dependiendo del número de tapas y bebidas que pidas.
En conclusión, un lugar imprescindible en Alicante, al que seguro que volveré a ir en mi próximo viaje a tierras alicantinas.
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