Más de un mes de la caída, ecografía de por medio, tengo una inflamación en el tendón rotuliano de la rodilla izquierda (básicamente es eso) y un quiste de Baker, que en principio debería preocuparme menos ya que seguramente estaba ahí antes de la caída y no es limitante.
En el hombro, vía resonancia, me sacaron tendinitis de un rotador y artrosis... ¡a mis 33 años!
Hecho unos zorros.
El caso es que aplico hielo, reposo, estiro, llevo en rehabilitación vía Mutua (ya tendré tiempo para hablar de ello...) y la cosa parece no avanzar. No puedo correr, en realidad, no puedo hacer nada que implique contacto en las piernas. Hay un tope en la rodilla izquierda y moverlo por ahí es forzar algo que todavía no está listo para recibir actividad de impacto.
Tengo un Maratón en 13 semanas, ahora mismo es complicado pensar en ello sin darse cuenta de que será francamente complicado correrlo, a día de hoy, ya que nadie me aporta una respuesta ni veo que la zona evolucione a la velocidad debida.
Siendo "lo más", para mí ahora mismo "es lo de menos". No quiero parar y tirar la toalla esperando a que la ciencia infusa arregle esto, dejar pasar el tiempo y en un abrir y cerrar de ojos ver que llevo medio año parado. No.
Estoy poniendo de mi cuenta todo, más allá de lo relatado y de ir al osteópata, esta semana empezaré a nadar día sí día no ya que es lo único que, dentro del dolor debido, puedo hacer a nivel físico.
Comenzaré a preparar el Maratón de Ginebra desde el agua, si después no puedo correrlo, no será porque no he puesto todo de mi parte. Me reto a comenzar una preparación más, la novena, de forma diferente.
Y ya sabéis, quién todo lo ofrece, nada debe reprocharse sobre lo que pudo hacer.
Salud y kilómetros para vosotros, qué podéis. Yo no me rindo.