En todo el fin de semana, no me ha abandonado este pensamiento.
Puedo elegir muchos estados mentales en este momento pero, de entre todos, voy a elegir éste.
Dentro de unos meses, de un año, de varios... me gustaría sentarme conmigo mismo y decirme "tío, ¡me alegra que no te rindieras a pesar de todo!"
Desde fuera, sería el consejo, no solicitado, que me daría a mi mismo y lo voy a seguir a pies juntillas.
No me gustaría leer que lo dejé por imposible a la primera de cambio o no fuí hasta el final pensando en que algún día me recuperara.
Hoy he descansado de bici tras 4 días cogiéndola, poca cosa, como tuiteaba también el fin de semana "cuando te gusta tanto correr, cualquier deporte sabe a poco", aún así, anima el espíritu y algo se puede hacer con las fuerzas que tanto hacen por salir fuera.
Dos días de ir y venir de rehabilitación, el sábado una hora y ayer 30".
32 kilómetros, ¡los cuento como si los hubiera corrido!, que son los primeros de muchos que espero sumar para fortalecer el cuádriceps mientras el menisco se dome y se deje hacer. Mientras, uso la theraband en casa y no dejo de hacer isométricos cuando tengo un hueco para sumar también por ahí.
Hoy termino la rehabilitación y, a partir de ahora, la cosa corre de mi cuenta.
"Escribe aquella historia que mañana te gustaría leer".