Esa es la parte variable del combinado brasileño: un día en el que sus atacantes no afinen la puntería, que sus figuras individuales no jueguen bien, o que el guardameta contrario decida cerrar su portería a cal y canto, como hizo Guillermo Ochoa el martes en Fortaleza. Todo eso puede suceder, pero para disminuir las posibilidades de que implique una derrota existe una parte fija, inmutable, que parece impregnada en el equipo de Scolari: la defensa.
?Ya forma parte de nuestro perfil?, confirma el central David Luiz en declaraciones a FIFA.com tras el empate a ceros en el que los mexicanos dispusieron de buenas oportunidades, pero casi siempre mediante disparos lejanos, sin conseguir infiltrarse en el área local. ?Es una característica del fútbol de hoy, algo que nuestro equipo hace muy bien: todo el mundo ataca y defiende. Es una evolución que se está produciendo, y que jugadores como Oscar y Neymar, que compiten en Europa, han aprendido bien. Hay días en los que el balón no entra, puede pasar. Pero si no dejamos que el rival marque ya habremos dado un gran paso para, de alguna manera, encontrar la forma de ganar el partido?.
La mejor defensa es... el ataque, el mediocampo y la zaga
Que quede bien claro: tener un eje central compuesto por dos de los zagueros más precisos y cotizados del mundo ?Thiago Silva y David Luiz? es algo que proporciona un altísimo porcentaje de la solidez defensiva que los brasileños presentan a las órdenes de Scolari, y que se ha traducido en un balance de 16 goles en contra en 24 partidos. Sin embargo, gran parte del mérito corresponde al mediocampo, o a lo que entendamos por esa demarcación.
Lo cierto es que, en el equipo, no importa qué puesto se ocupe: cuando se pierde el balón y uno está en el medio del campo, su función es ayudar a recuperarlo. Tanto vale para Luiz Gustavo como para Hulk, Ramires, Bernard o Neymar. ?Se ha convertido en una característica fundamental. Lo hacemos desde la Copa Confederaciones?, confirma Neymar, en una charla exclusiva con FIFA.com después del choque. ?Que no consigamos marcar goles no implica que tengamos que desarmar todo nuestro esquema atrás. Eso nos da también más oportunidades de atacar: debe estar todo siempre bien montado, para que podamos intentar recuperar el balón lo más rápido posible?.
Parece un discurso propio de un técnico, no de un número 10 regateador. Y el mérito es precisamente ese: tanto el discurso ?por no decir mantra? como la práctica de defender con firmeza, a lo largo de todo el terreno de juego, están tan arraigados que siguen funcionando incluso cuando el partido exige cambios y adaptaciones, como sucedió frente a los mexicanos.
CONSTANCIA EN LA IMPROVISACIÓN
Fijémonos: al no poder contar con Hulk, lesionado, Scolari decidió situar a Ramires por la derecha. El centrocampista del Chelsea, que había recibido una tarjeta amarilla en la primera parte, fue sustituido en el descanso por Bernard. Tras empezar el segundo tiempo actuando también él en el extremo derecho, el pequeño jugador cambió a la otra banda, la izquierda. ?Felipão ve, dentro del partido, situaciones que nos permiten confundir al adversario. Nos indica cuándo debemos cambiar de posición, para tratar de crear ocasiones. Y estuvo a punto de salir bien: desde ese lado hice la jugada que casi termina en gol de cabeza de Thiago Silva, pero el portero rival volvió a tener una intervención excelente?, explica Bernard a la FIFA, insistiendo: todas esas modificaciones están supeditadas a que el equipo siga llevando peligro. ?El fútbol actual exige eso de todos, y no es distinto para quien ataca por los extremos, como yo. No importa por qué lado?.
No fue la única alteración táctica efectuada por los brasileños en el transcurso del duelo. Durante los últimos veinte minutos en Fortaleza, cuando el cansancio comenzaba a hacer mella, David Luiz asumió la función de volante, como ya había hecho al principio de su carrera y un puñado de veces en el Chelsea, y Luiz Gustavo, con su 1,87 m, la de central. ?Cambiamos de posición al final unas dos o tres veces, porque yo estaba con más fuerzas para correr por el mediocampo que Luiz?, comenta David a FIFA.com. Y todo ello, en última instancia, permite ver a un equipo que defiende bien. Es un aspecto, al menos, que garantizan los 23 jugadores. Siempre.
*Con información de la FIFA