Sri Lanka es sin duda un país de contrastes: tiene su parte totalmente asiática (con el típico clima húmedo incluído), la zona de las Tierras Altas totalmente british con sus cottage y su té de Ceylan y unas playas excepcionales.
Colombo: A Colombo llegamos que ya era de noche, así que después de coger un autobús desde el aeropuerto hasta el centro, nos decidimos a coger un tuktuk para llegar al hotel. Estábamos cansados y no queríamos dar mil vueltas.
Dormimos y al día siguiente después de reponer fuerzas y ya con las mochilas nos fuimos al principal bazar de la ciudad, Pettah y a ver la mezquita Jami-ul-Alfar. Habíamos leído que la capital no tiene gran cosa por ver, así que dimos este paseo y luego nos pusimos en marcha hacia la estación de autobuses dirección Dambulla.
· Dambulla: Pasamos tres noches en el mismo hotel tras negociar con el propietario, y utilizamos a Dambulla como campamento base para hacer excursiones por los alrededores. Así que aprovechando la proximidad al día siguiente fuimos en bus a Polonnaruwa. Tras pagar 3500 rupias por persona entramos al recinto declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ya en el año 1982. Deciros que el recinto es enorme y que veréis hasta tuktuks y coches. Nosotros pensábamos que no era para tanto e hicimos todo el recorrido a pie. Grave error: Hacía un calor tremendo y aquello tenía pinta de no acabar nunca. Por suerte hay varios puestos de comida y bebida y aprovechamos para hacer alguna paradita y bebernos un coco.
Al día siguiente nos dirigimos a Sigiriya también en bus local. La entrada al yacimiento arqueológico cuesta 4200 rupias por persona. También ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1982. La roca es impresionante de ver, tanto desde abajo como desde las alturas!
El tercer día en Dambulla aprovechamos para visitar el Rock Temple y Golden Temple que se encuentran a las afueras de la ciudad. Fuimos en tuktuk y la entrada al templo nos costó 1500 rupias por persona. Aquí sin darnos cuenta un guía no oficial se nos coló y nos hizo la visita guiada con mil y una explicaciones. Al final le dimos una propina que le pareció poco y nos la lióasí que nuestro consejo es que no hagáis caso a los guías si no os interesa, porque realmente la visita es libre.
· Kandy: En Kandy pasamos una noche y aprovechamos para pasear bordeando el lago y vimos también un espectáculo folklórico en la Cruz Roja que nos costó 1000 rupias cada uno. En Kandy hay varios espectáculos folklóricos pero nosotros escogimos éste porque nos lo ofreció el hotel y además lo gestionaba la Cruz Roja.
También visitamos el templo del diente de buda, y no recordamos el precio pero nos suena también unas 1000 rupias por persona. Acordaros de llevar algún fular para taparos las piernas/hombros si los lleváis descubiertos. La visita es libre y no hay guías.
· Nuwara Eliya: A Nuwara Eliya llegamos en bus y aunque este pueblecito es muy pintoresco, no nos llamó mucho la atención. Esta zona de las Tierras Altas tiene un clima propio y hace bastante fresquito, lo cual se agradece. Ahí aprovechamos para visitar una fábrica de té: Macwoods. La visita es guiada y gratuita e incluye una degustación de té. Nosotros lo acompañamos de un pastelito de chocolate muy bueno. Salió barato pero no recordamos el precio. Tiene una tienda donde puedes comprar té :-)
· Ella: A Ella llegamos en tren desde Nuwara Eliya. Tuvimos la mala suerte de que el día estuviera lluvioso así que el viaje en tren no lo disfrutamos al 100%. Aun así, el recorrido es precioso!!!
· Tissa: Tissa no tiene nada, pero llegamos a este pueblecito con la idea de hacer un safari en el Yala National Park. Sin duda éste fue uno de los highlights del viaje! El precio del safari no lo podemos confirmar porque negociamos un pack con la noche de hotel. Salimos a las 6 de la mañana (aún era de noche) y éramos 5 en la pick up más el conductor y el tracker (es del propio parque). El desayuno estaba incluído y era un sándwich, agua y dos bananas. Después del madrugón nos sentó de maravilla! Vimos un montón de animales, también elefantes de muuuuuuy cerca y vimos un leopardo a lo lejos escondido. Ya se sabe que es difícil ver a todos los animales de cerca, así que es pura suerte. Pero no nos podemos quejar, porque la experiencia fue excepcional y al menos pudimos ver a los grandes :D
· Galle: Galle fue nuestra última parada de este viaje y nos dejó un buen sabor de boca. Es una ciudad costera con una fortaleza con vestigios de los colonizadores holandeses, británicos, portugueses El hotel ahí nos salió “caro”, pero estábamos agotados y no queríamos andar mucho.
Galle es el lugar ideal para comprar piedras preciosas y pasear bordeando el paseo marítimo. Es muy muy turístico así que los precios van al alza dentro de la fortaleza. Pero cuando se sale de la fortaleza el ambiente ya no es tan turístico y los precios siguen siendo los del país.
Estando la playa de Unawatuna tan cerca en bus (ni 10 minutos) aprovechamos para relajarnos en la etapa final del viaje. La playa estaba llena de turistas, pero estirarnos en una tumbona después de 10 días dando vueltas por el país¡Lo agradecimos!
· Colombo: Volvimos a Colombo para ir directamente al aeropuerto en dirección a Doha, donde pasaríamos dos horitas de escala para coger el siguiente avión hacia Barcelona.
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