¿Cómo llegar?
Nuestra ruta comienza en el pueblo de Felechosa (también podéis comenzar en El Pino, pero el primer tramo es más bonito desde Felechosa), rodeados de montañas y muy cerca de las estación de esquí de San Isidro. Tras dejar el coche en el pueblo, debemos cruzar el río San Isidro y recorrer la Senda verde de Foyoso. Esta pequeña senda de alrededor de un kilómetro de distancia nos llevará hasta el Molín de Peón, comienzo de la ruta de Las Foces del Río Pino.Muy cerca de esta ruta se encuentra el Camino de Wamba, una ruta sencilla y muy recomendable.
¿Qué son las foces en Asturias? Es el término referido a un desfiladero formado por un río, creando paredes casi verticales y rápidas caídas de agua.
Información importante de la ruta
Ruta lineal: ida y vuelta por el mismo camino.
Señalización: ruta perfectamente señalizada.
Dificultad media: el camino de ida es en constante subida. Dentro de las foces el camino es de grandes cantos rodados, poco accesible y con bastante humedad.
Desnivel: casi 1000 metros.
Distancia: 10 kilómetros.
Duración: alrededor de 3 horas.
Equipamiento indispensable para la ruta
Botas de montaña.
Bastones.
Agua.
Prenda de abrigo.
Raquetas (si hay nieve).
Ruta de las Foces del Río Pino
El sendero que nos guía hasta las foces es amplio, de firme estable y rodeado de praderas y castaños. Ya desde el comienzo nos deja entrever que la subida constante nos acompañará durante toda ruta de ida. Con pocas zonas de descanso, la parte central de la ruta nos regala los desniveles más acusados, por lo que os recomendamos tranquilidad y paciencia.Comienzo de las Foces del Río Pino
El ruido del agua nos avisa de que el comienzo de las foces está cerca. Dejamos a nuestra derecha un cartel informativo del Ayuntamiento de Aller y, tras cruzar un puente de piedra sobre el Río Pino, nos adentramos la última parte de la ruta. El camino pasa a ser de piedra (por momentos resbaladiza) y el rugir del agua aumenta con cada uno de nuestros pasos.Sin ninguna duda, esta es la parte más bonita de la ruta. El desfiladero impacta por su naturaleza salvaje y los puentes de madera nos ayudan a salvar el importante desnivel. Al final de las foces, nos encontramos con el típico paisaje de pasto de alta montaña asturiano, un lugar perfecto para reponer fuerzas y volver sobre nuestros pasos.
La vuelta, mucho más cómoda que la ida, se realiza por el mismo camino, debiendo de tener especial cuidado en los descensos para evitar algún resbalón o tropezón imprevisto.
Y hasta aquí nuestro resumen de la ruta de las Foces del Río Pino, ¿os animáis a visitarla?