Como siempre lo primero, unas breves indicaciones para llegar a Fontibre. Fácil: desde Reinosa se toma la carretera CA-183 dirección de Alto Campoo. En el punto kilométrico 5 encontramos el desvío hacia el nacimiento del Ebro.
La ruta comienza junto a la oficina de turismo del nacimiento del río Ebro. Un panel de la ruta nos ofrece una información general del itinerario.
¡Vamos allá!
A los pocos metros de comenzar la ruta pasamos una valla por un paso habilitado, y unos metros más adelante el sendero se bifurca. Continuaremos por el camino de la derecha, para regresar más adelante por el de la izquierda. Este sendero está muy bien señalizado, de modo que en cada cambio de dirección un poste del itinerario nos marcará por dónde seguir.
Tras la bifurcación, unos 200 metros más adelante abandonamos el camino que veníamos siguiendo para tomar un desvío a la derecha, hacia la ermita de los Cagigales.
Buena señalización
Siguiendo siempre las marcas amarillas y blancas del PR-S 80 tomamos un par de desvíos a izquierda y derecha, perfectamente señalizados.
Hacia la izquierda
Así llegamos, en poco más de un kilómetro, hasta una carretera, donde giramos a la izquierda caminando por un arcén rojo. Unos 100 metros mas adelante, abandonamos la carretera tomando un nuevo desvío a la izquierda, tomando un camino de tierra.
Buen camino
Avanzamos por este sendero cerca de un kilómetro hasta llegar a una carretera, donde giramos a la derecha y a la izquierda otra vez. En pocos metros llegamos a la ermita de los Cagigales.
Parada técnica
Dejamos la ermita atrás y llegamos a un camino asfaltado, donde giramos a la izquierda, siguiendo una indicación hacia el monte (y hayedo) Guariza. Pronto el sendero pasa a ser de tierra, por el que avanzamos cerca de 2 kilómetros, hasta llegar a un nuevo desvío a la izquierda (correctamente señalizado con un poste). A partir de aquí, el sendero se vuelve ascendente, pero en pendiente suave durante unos 400 metros, hasta llegar al hayedo Guariza.
Bonito bosque
Siguiendo siempre las continuas marcas del PR regresamos a la primera bifurcación que nos encontramos al poco de empezar la ruta y por donde decíamos que regresaríamos. Así, por camino ya conocido, regresamos al nacimiento del Ebro.