Ayer, como muchos otros findes, me fui con mi familia a hacer una ruta por la Sierra de Madrid. Quería compartirlo con vosotros porque me pareció un lugar espectacular y una ruta perfecta para realizar en familia con niños a partir de 6-7 años.
Lo mejor es empezar la marcha sobre las 10h porque el parking del Monasterio del Paular se llena... La ruta comienza en el Puente del Perdón (a 5 minutos andando del parking). Este suele estar lleno de gente, pero muchos de estos se quedan en las Presillas, que son unas piscinas naturales (a 1 km apróximadamente).
El sendero está muy bien señalizado y dura unos 12 km en total (ida y vuelta). A partir de las presillas el camino es forestal, un poco feo, pero en el que podemos disfrutar de las vistas de la Sierra de Madrid.
A partir del último kilómetro y medio comienza lo bonito y la aventura! El camino se estrecha un poco más y el bosque se vuelve más frondoso. Además, el camino se llena de piedras y raíces que tienes que ir esquivando y en todo momento, vas acompañado del río que va a la derecha.
Al final empieza el lío, pero lo que más me gustó. El camino desaparece y toca andar entre las piedras, a veces de pie, y otras veces agarrándote a las rocas casi hasta con los dientes jaja. El paso es muuuuy estrecho, hay que ir de uno en uno, así que a veces hay que hacer malabares para dejar paso para los que vuelven y te toca subir por sitios un poco más complicados.
Y como todo esfuerzo tiene su recompensa, después de hacer un poco el cabra, aparece la cascada del Purgatorio, en un valle, entre rocas. Como curiosidad, el nombre viene porque esta cascada era el lugar de meditación de los monjes del Monasterio, y aquí purgaban todos sus pecados.
A la izquierda hay un montón de rocas más que hay que subir medio escalando, y arriba del todo decían que había una cascada más. Yo intenté subir pero como nos teníamos que dar la vuelta para comer, me quedé a medias... pero bueno, así tengo una excusa para volver!!!
Para comer, nos paramos en un trocito de verde que había al lado del río, y no podéis ni imaginaros lo bien que sienta el bocadillo, con el solecito y el sonido del río...
Y eso es todo! Al final, para descansar un rato nos tumbamos en el césped de las presillas a tomar un rato el sol y ya nos fuimos a casa.
¿Conocíais esta ruta? ¿Os gusta escaparos por la Sierra?
Muaaaaaaks!!