El primer tiempo resultó tan intenso como equilibrado. Ambos equipos mostraron ideas similares: en defensa, arriesgar poco para no dar opciones al rival; en ataque, el traslado seguro del balón a la hora de pasar a posiciones ofensivas. A los dos, sin embargo, les faltó precisión en los metros finales.
He ahí porque las situaciones más claras llegaron a partir de remates de larga distancia, como aquel tiro libre de Sergey Igasevhic, devuelto oportunamente por arquero coreano Jung Sungryong, o ese disparo que olía a gol de Koo Jacheol, que pegó en un defensor y salió acariciando el poste izquierdo.
Sustituciones y goles
Poco cambió en los primeros compases del complemento, por lo que ambos entrenadores buscaron respuestas en sus bancas. Y ambos dieron en el clave con sus primeros cambios...
Es cierto que el recién ingresado Lee Keunho tuvo ayuda del portero ruso Igor Akinfev, quien dejo escapar de entre sus manos un remate fuerte pero previsible (0-1, 68"). Pero no menos afortunado resultó Aleksandr Kerzhakov, quién recogió un rebote del 1 asiático para empatar desde corta distancia (1-1, 74").
De ahí hasta el final, Rusia dejó una mejor imagen, pero pagó caro su falta de lucidez dentro del área rival. Ahora deberá sustentar sus ambiciones de clasificación el próximo 22 de junio, cuando enfrente a Bélgica en Rio de Janeiro.
Pendiente de este resultado estará la República de Corea, que un rato más tarde ese mismo día, se medirá con Argelia en Puerto Alegre.
*Con información de la FIFA