Muy bien, hemos dado con un servidor o una partida en la que queremos participar. ¿Pero cómo hacemos nuestro personaje? Para muchos la respuesta varía: los hace semejantes a sí mismos o improvisa sobre la marcha, otros piensan de manera previa en todos los detalles. No hay una forma correcta de hacerlo, no hay normas para ello, pero sí que hay cosas que pueden ser de ayuda para aquellos que quieren crear un personaje y sea su primera vez, o quizá no lo sean y simplemente quieran una pequeña ayuda.
El personaje
Hay que tener algunas cosas claras de nuestro personaje, en especial en ambientaciones de fantasía o ciencia ficción: la raza. Aunque no lo parezca, algo tan sencillo puede determinar muchas cosas sobre el ser que pretendemos crear. Ni todas las razas tienen la misma historia ni son vistas con los mismos ojos que las demás, todas ellas tienen un pasado y unas características. Todos queremos que nuestra pequeña creación sea especial de algún modo, que de alguna forma rompa el molde de lo que es considerado normal, pero no debemos evitar las características de cada raza, reino o tribu.
También deberemos hacernos una pregunta tras leer su información. ¿Seremos capaces de interpretar un miembro de dicha raza? Un elfo, un gigante, un trol, un enano... Para nada son humanos ni se comportan del mismo modo. No sólo tendrán nombres acorde a su raza, sino que su personalidad tendrá que ver.
¿Eso es todo, la raza y un nombre adecuado a ella? No, ni por asomo. Algo también muy importante son los idiomas que nuestro personaje hable y su fluidez en ellos. En World of Warcraft, por ejemplo, las razas vienen con unos idiomas por defecto (el de su facción y el de su raza), pero no significa que nuestro personaje deba estar limitado a ellos. Los elfos de sangre, por ejemplo, hablarían perfectamente la lengua común de la Alianza. Su idioma, el thalassiano, proviene del darnassiano, por lo que además será posible que, aunque el juego no nos lo permita por motivos técnicos, sea capaz de entender a un elfo de la noche.
¿Qué hay de la clase? No es algo a tener en cuenta dentro del rol. No estamos limitados a interpretar que nuestro personaje sea de una clase u otra de las que el juego nos permite. Podemos interpretar un sastre, un peletero, un asesino a sueldo o incluso a una prostituta independientemente de la clase que hayamos elegido dentro del juego. No obstante, nos pueden dar trasfondos muy interesantes: un paladín seguidor de la Luz Sagrada, un miembro del IV:7, un soldado que vende su habilidad con la espada al mejor postor, un estudioso de las artes arcanas...
Trasfondo
Una vez tenemos clara la raza de nuestro personaje y lo anteriormente citado, vamos a una de las partes más importantes de nuestro personaje: su pasado. Hay quien rolea sin crearle un trasfondo al suyo, en especial cuando ha perdido la memoria. No obstante, aunque nuestro personaje sufra amnesia, su historia sigue siendo importante. El pasado de una persona fija sus metas, sus objetivos, su carácter, cómo se relaciona con las demás personas. Todo eso, aunque no lo crean, influye también en aquellos que han perdido la memoria.
¿Por qué nuestro personaje es como es? ¿Por qué tiene una cicatriz? ¿Ha sido hijo único o tenía hermanos y, de tenerlos, se llevaba bien con ellos? ¿Quién le ha enseñado a usar las armas o las artes mágicas? ¿Por qué ha elegido el camino del sacerdocio o hacia la oscura senda de la brujería? ¿Por qué tiene algunos miedos o fobias? El pasado responde a todas y cada una de estas preguntas.
¿Qué debemos tener en cuenta?
- Los hechos históricos que han sucedido desde que nació hasta el día actual, incluso los sucesos acontecidos antes de su nacimiento pueden influir. Tal vez tu humano no nació donde residía su familia porque se vieron obligados a irse debido a la guerra.
- La edad es muy importante a la hora de establecer un inicio en su vida. Con los años se adquiere más o menos experiencias, y el pasado tiene que ver con ello.
- Los miedos a veces pueden ser "espontáneos". Puede que a tu personaje le den miedo las arañas sin que le hayan hecho nunca nada, pero también puede ser que les tenga miedo porque alguna le haya picado o porque se haya cruzado con alguna de tamaño descomunal. Siempre hay un motivo para los miedos y las fobias, pero hay que saber distinguir lo uno de lo otro: la fobia es un miedo muy intenso e irracional y de carácter enfermizo, y muchas veces es difícil saber cuál es su raíz.
Personalidad
Ligado al trasfondo va la personalidad, dado que está marcada por las vivencias pasadas. Todos nacemos siendo bebés, pero no todos recibimos el mismo trato. Tal vez nuestro personaje tuviera un padre que le arreaba con la correa de pequeño, su madre era una devota de la Luz Sagrada y le inculcó que la Luz es la única y verdadera fe... Todo marca de un modo u otro e influye en la personalidad.
¿Es una persona abierta o cerrada? ¿Confía rápidamente en los demás aunque acabe de conocerlos? Tal vez se trate de alguien serio, o por el contrario risueño, enamoradizo. ¿Habla de manera educada o se expresa usando vulgaridades? ¿Es tímido? ¿Se deja llevar por la lógica o por su instinto? Quién sabe si tal vez, por un amor fallido en el pasado, ahora tenga una coraza a su alrededor para evitar que vuelvan a herirle de nuevo. O quizá fuera porque perdió a sus seres queridos que no quiera volver a encariñarse de nadie.
Apariencia física
Aunque mucha gente decide que su personaje es tal y como lo vemos en el juego, hay mil variantes que pueden aplicarse y hacerle único, pues la personalización en la mayoría de juegos es limitada. Es posible que, a veces, debamos recurrir al pasado de nuestro personaje para escribir su descripción física. Quizá tenga una cicatriz por haberse visto envuelto en alguna pelea sin importancia o tenga incontables por ser un superviviente de alguna guerra. Tal vez tenga pecas, algún lunar, marca de nacimiento... Todo son pequeñas características.
Su estilo de vida influye mucho en su aspecto, pues algo que dirá mucho de él será su vestimenta. Alguien pobre no podrá permitirse tener demasiada variedad de ropa ni tampoco de una calidad que sea medianamente decente. Por el contrario, alguien con un trabajo estable no solo tendrá más variedad, sino que su calidad será también mejor. Su posición social dirá mucho, y también si es alguien ahorrador o alguien que gastará hasta el último cobre aunque sepa que lo necesitará para cubrir las necesidades básicas.
Creencias
Dependiendo de la raza de nuestro personaje, puede tener unas u otras creencias. Es algo que también marca su personalidad. Es posible que no crea en nada, ¿pero por qué? ¿No le inculcaron en ninguna religión o simplemente lo ve un montón de sandeces? Quizá crea en la Luz Sagrada, en Elune, en los ancestros... Es posible que sus creencias provengan del ámbito familiar, o tal vez no.
Relaciones
Otro punto breve, pero no por ello menos importante. ¿Qué relaciones tiene o ha tenido tu personaje? Tal vez siga en contacto con sus padres o tal vez los perdiera. ¿Tiene hermanos, primos, tíos, abuelos...? ¿Dónde están? Quizá tenga un mejor amigo o un romance. Aunque jamás roleemos con ellos, nuestro personaje no ha nacido por arte de magia y a lo largo de su vida se ha relacionado con otras personas.
Mary Sue/Gary Stu
Último punto: evita las Mary Sues y los Gary Stues. Son aquellos personajes idealizados y fácilmente identificables como el alter-ego de su creador. Acaparan toda la atención de su historia y todo girará en torno a ellos. Jamás tienen defectos y superan cualquier situación de la manera más inverosímil posible. Aunque son personajes que principalmente se encuentran en el mundo fandom, hay quienes los crea porque quieren que su personaje siempre sea lo más: alguien que es perfecto en todo, que nunca se equivoca, que no tiene fallos o defectos ni tampoco miedos.
Hazte un favor y evita crear un personaje así. No solo no será divertido para ti, sino que los demás huirán de un personaje así. Recuerda lo más importante: tu personaje es el protagonista de su historia.
Imagen propiedad de Bioware.