Año 1992, Reservoir Dog de Quentin Tarantino llega como la génesis de un estilo contundente que marcaría al joven cineasta para siempre, impregnándola del espíritu del cine negro de antaño y del cine de serie B, además de la violencia ejecutada de forma fría que forjarían las bases del Tarantinismo.
Seis perfectos extraños son contratados por Joe Cabot, jefe de la mafia, para robar unos diamantes. Esa es la premisa de la película, sin embargo, es sólo una pincelada de lo que realmente es la historia que pone Tarantino al ojo del público. El cineasta sirve las imágenes de las situaciones que viven los asaltantes luego de ejecutar el robo, un atraco que sale mal desde el principio y que veremos por medio de flashbacks que dan poco a poco luz de los acontecimientos que llevaron a los personajes a su situación actual.Las actuaciones son soberbias y le dan gran impacto a los diálogos que al final son mucho más importantes que la historia general, la cual es sencilla, con personajes humanizados y no tan ficcionados que reaccionan de la misma forma que cualquiera en la vida real. Se siente la frialdad de algunos personajes, el desespero de otros y la agonía, todo gracias a imágenes crudas que mantienen al espectador atento a qué sucederá.
Tarantino es un mago a la hora de colocar varios personajes en un contexto reducido, estableciendo dualidades perfectas como lo muestra con el psicópata de Mr. Blondie y el ecuánime y sensato Mr. White. Reservoir Dogs no sólo es una historia de asaltantes sino que es una narración sobre personas que se ven atrapadas por las circunstancias en una vorágine que no calcularon, sobre cómo se reacciona cuando las reglas del juego cambian tan rápido que los eventos surgen a toda velocidad y sobre cómo la naturaleza humana sale a flote.
Reservoir Dogs es el ejemplo perfecto de cómo un guión sencillo puede convertirse en una excelente obra si se sabe contar, y Tarantino supo establecer las reglas para que no importe tanto la historia como sí lo hacen sus personajes, de igual forma enaltece los diálogos y los adereza con escenas minimalistas de acción, pero que son contundentes al nacer de una violencia fría. Reservoir Dogs es una película obligatoria si se gusta del cine de Tarantino o si se quiere disfrutar de una excelente historia con personajes memorables.