Sin duda, Quentin Jerome Tarantino, el laureado director de Pulp Fiction y Kill Bill, tiene la reputación de ser uno de los directores de cine más controvertidos de todos los tiempos, no solo por sus propuestas en el celuloide, sino por su creatividad que impulsa a los espectadores a reflexionar sobre sus ideas plasmadas en imágenes. En su último film nos ofrece personajes que no son de ficción sino protagonistas reales que actúan no en un documental sino en una recreación que expone una década que es considerada como gloriosa del cine norteamericano.
Por eso Había una en vez en Hollywood ha sido, incluso antes de su estreno, un total éxito producida finalmente de la mano de Sony Pictures. La admiración ha sido unánime tanto de la crítica como del público. Las excelentes cifras en la taquilla americana que ha conseguido hablan por sí solas y con mérito ya que no se trata ni de un remake ni una secuela.
La excusa de Tarantino es contarnos la historia de un actor (Leonardo DiCaprio) cuya carrera parece enfilar sus últimas postrimerías y la de su doble de acción (Brad Pitt), hombre dispuesto a todo para tratar de sobrevivir en un paraíso cuyas reglas están cambiando rápidamente que es imposible seguirlas, por lo que todo el mundo crea las suyas propias.
Pero la historia agrega también la de Sharon Tate (Margot Robbie), esposa de Roman Polanski, asesinada por la familia de Charles Manson (Damon Herriman), la de Steve McQueen (Damian Lewis), de Bruce Lee y de otro montón de iconos de los años 60-70, desde donde Tarantino reformula las leyes del viejo Hollywood donde todo es posible y su idea del tiempo, manipulable cinematográficamente en el séptimo arte, sigue resultando fascinante. El elenco también está conformado por actores de talla como Dakota Fanning, James Marsden, Emile Hirsch, Al Pacino y Nicholas Hammond, entre otros.
Por si fuera poco, la música de Había una Vez en Hollywood revela los planteamientos estéticos del cineasta de gustos por el Pop. Pensada para gente que se movía en automóvil, Tarantino coloca mucho rock de Bob Seger, los Box Tops, Mitch Ryder, Deep Purple, que se oye a través del principal hilo conductor de la música que es la Emisora KHJ, muy popular en el tiempo en el que se desarrolla la acción.
Según Arianne Philips, directora de vestuario, el film cuenta con todos los ingredientes estéticos de la época: impecables trajes propios de los hombres de negocios de la época, así como singulares conjuntos inspirados en los que en su día llevó el actor Steve McQueen o aquellos elegantes polos que gastaba Paul Newman. Looks que conjugaban la psicodelia hippie con la sobriedad de chaquetas de cuero de grandes solapas y marcas como Levi’s, Ray-Ban, Oliver Goldsmith o Wrangler para reflejar la moda de finales de los sesenta.
DiCarpio regresa después de cuatro años de retiro tras alzar su primera estatuilla Oscar, quien ha logrado en sus diez últimos estrenos cinematográficos recaudar cerca de tres mil millones de dólares. Para los espectadores, ver su nombre en el póster es una garantía de calidad, aseguraba Tarantino al The Hollywood Reporter: “Una de las cosas que me gusta de Leo es que no se compromete a hacer dos películas en un año. Él es el único que lo hace hoy en día, como Al Pacino y Robert De Niro lo hacían en los setenta. Ellos podían rodar lo que quisieran y elegían hacer “esto” en concreto. Así que ese “esto” debía de ser muy bueno”.
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