¡Buenos días!
¿Qué tal lleváis la semana? Yo genial, la verdad. Con muchas ganas de hablaros de la reseña de hoy.
Lejos de hablaros de libros hoy vengo a hablaros de una película que trata de libros.
La vi hace un par de semanas en el bus que me llevaba a Galicia (destino de vacaciones ideal para todo aquél que guste de bosques, playas frías y acantilados)
No es la primera película que veo sobre libros, pero sí la primera que me ha retorcido algo por dentro y me ha insuflado ganas de seguir escribiendo.
Por el título pensaremos que el film va sobre la rutinaria vida de un editor pero en realidad la historia gira en torno a Thomas Wolf y su cruzada para conseguir que publiquen su libro.
Un libro que ha sido rechazado por prácticamente todas las editoriales de la ciudad, hasta que llega a manos del co-protagonista de la historia: El editor Maxwell Perkins, quien trabaja con autores como Hemingway y Scott Fitzgerald.
Perkins ve en el manuscrito de Wolf algo que no ha visto nunca antes o mejor dicho, algo que ve en muy pocas ocasiones: Genialidad. Pasión. Amor por las letras.
Y decide hacer lo que ninguna otra editorial se ha atrevido a hacer: Publicarlo.
Y ahí comienza una aventura que llevará a ambos por caminos tortuosos hasta conseguir una obra maestra. Literalmente.
Perkins se da cuenta de que Thomas Wolfe es un diamante en bruto, de que sus manuscritos también lo son. Y decide que tiene que apoyarle cueste lo que cueste. Aunque deba sacrificar tiempo con su familia, su propio descanso. Debido a este apoyo Wolf presenta un nuevo manuscrito del que será su segundo libro. Y éste tiene nada más y nada menos que cinco mil páginas. (Sí, has leído bien)
Vuelven a embarcarse en una vorágine de discusiones, decisiones y mucha tensión para conseguir reducir ese monstruo en otra genialidad.
Durante el camino Wolf pierde el norte. Pierde su identidad, Se crece con las buenas críticas y olvida sus orígenes.
Si os ha picado la curiosidad y queréis conocer mejor a estos personajes, dejo la descripción del final para que podáis descubrirlo vosotros mismos.
Personalmente, creo que es una película que merece la pena ser vista.
De todo ello me quedo con un par de ideas, apenas unas pinceladas que dicen básicamente, que sigas escribiendo.
Que aunque cien editoriales rechacen tu obra, siempre habrá alguien que creerá en ti.
Y que pese a que los editores están para mejorar tu obra, siempre queda el miedo de haberla cambiado en el proceso.
Con esto me despido por esta semana, espero que os haya gustado y que os animéis a ver la película. ¡Ya me contaréis!