En esta recopilación de relatos, seleccionados por la editorial Ronin literario, encontraremos seis historias, tantas como balas acoge en su tambor el revólver PeaceMaker, arma que funciona como enlace de todos los relatos.
Así, en Vacía tu tambor, Tucson! de Luis Guallar, descubrimos el origen del revólver y su poder de destrucción cuando es sustraída a su vendedor por Tucson, un peligroso forajido que busca venganza. En esta primera historia se despliegan toda la acción que esperamos del libro, que se dispara (nunca mejor dicho) cuando llegamos al segundo relato: Pedazos, de Victor Blanco, en el que un asalto a una diligencia que parecía pan comido para unos malhechores termina en un baño de sangre y violencia.
El revólver cambia de manos en cada relato, y en El clan de la montaña de Jaume Vicent el revólver nos trasladará a la frontera de Canadá en busca de un peligroso bandido que logrará que dos hombres, enfrentados anteriormente en la Guerra Civil, aúnen esfuerzos en su afán de venganza.
La venganza es una herramienta poderosa, incluso más que el famoso revólver, algo que se trata sin duda en el relato Cinco balas de plata, de Daniel Aragonés, en la que dos hermanastros enfrentados deciden que esa noche, el revólver será el medio con el que llenar de sangre de sus enemigos las calles del pueblo de Jefferson.
Años después de aquella noche, un pistolero de los que apenas ya quedan, se ve envuelto en su viaje de vuelta a casa en una cruenta batalla donde alianzas que parecían imposibles se forjarán en favor de un objetivo común más poderoso que el que le llevó en origen a México en el relato De vuelta a casa, de David Tourón.
El tambor del Peacemake ya arde, sabemos que ésta es nuestra última bala, y se encarga de dispararla Adam Espí con El día de los muertos, relato ganador de la convocatoria de la editorial. Nuevamente, una mujer es la portadora del revólver y ya sin nada que perder excepto la vida tras perder la gestión del rancho que antaño fue de su familia, no duda en dirigirse hacia su propia muerte en el afán de vengarse de aquellos que la han desposeído de sus derechos.
Cuando el Colt ha disparado su última bala, cerramos el libro sintiendo el regusto del polvo del desierto entre nuestros labios, y la tensión que todo buen duelo entre pistoleros desata, habiendo pasado en un suspiro las páginas de estos relatos que nos han trasladado entres sus páginas a esos escenarios que nos mostraban las mejores películas de Sergio Leone y sus spaghetti western., Totalmente recomendable.