Brendan Behan
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Esta que tengo aquí es probablemente una de las historias más locas que he leído y además me lo he pasado en grande con sus páginas e ilustraciones. De nuevo otra maravilla que me ha llegado de la mano de Vicens Vives.
Cuando ya crees que lo has leído todo coges este breve cuento y te lo trastoca de nuevo pero te lo cuenta de tal manera que das por sentado que es normal que los caballos hablen... ¡y que escondan alimentos en sus orejas! sí, tal cual, así como calles que se empedran con panecillos y casas blanqueadas con nata. Cómo consigue el autor que funcione todo esto en un cuento solo lo sabe él y a mí me ha encantado.
Tanto, tanto me ha gustado que lo he leído dos veces seguidas porque la primera he pensado: ¡¡no puede ser!! No os podéis ni imaginar las invenciones de esta narración para conseguir un reino, la mano de una princesa o derrotar a un gigante, por mucha imaginación que le eches, no te hagas sangre, que no lo vas a conseguir. Solo por descubrir cómo resuelven los tres príncipes de este libro sus conflictos para encontrar esa melodía tan exquisita, merece la pena que lo leas, además solo te llevará un ratito pues está concentrado en menos de cincuenta páginas como siempre llenas de ilustraciones que os encantará contemplar.
¿Pero qué motiva a un escritor crear una historia tan loca como ésta? he estado investigando y he encontrado sobre todo tres moralejas que me han encantado. Por un lado, nos enseña a escuchar a nuestros mayores que siempre nos darán buenos consejos, por otro lado la gran importancia que tienen el descanso y la alimentación pues más de un personaje se pasa la vida tumbado y comiendo con pasión y por último he dejado la enseñanza más importante: que es la perseverancia ante las dificultades, algo que hoy en día creo que se está haciendo muy necesario y si además te lo cuentan con este sentido del humor forman una combinación perfecta. ¿Qué os parece a vosotros?