Autor: Víctor Álamo de la Rosa
Aquí mi resumen: Ésta es una historia contada dentro de otra historia, nos la trae un muchacho de 18 años que desde pequeño ha escuchado los relatos de leyendas locales de su querida abuela. En este caso nos cuenta la vida del niño cangrejo, llamado Omar. Es muy especial porque en lugar de un brazo tiene otra extremidad que ninguno de nosotros posee y no es lo único especial, puede comunicarse con el mar de manera tan natural como lo es para nosotros el simple hecho de pensar. Desde pequeño ha tenido que hacerse un hueco en el mundo, conseguir el respeto de sus iguales y perseguir sus sueños.
En mi opinión... es una tierna historia cargada de enseñanzas. Quiero agradecerle a la Editorial Siete Islas que se haya tomado la molestia de enviarme éste y otros libros que me están encantando y además que haya tenido el detalle de acompañarlos con unos marcapáginas ¡se agradece mucho!
La historia o el cuento, mejor dicho, transcurre en la bonita Isla de El Hierro que todavía no he tenido el gusto de visitar pero que me encantaría. El autor nos muestra la parte más mágica de esta isla, con sus leyendas impregnadas del sabor salado del mar y de su paisaje subacuático. Me encanta cómo el protagonista sabe esperar el amor y las similitudes que existen entre la historia que le ocurre a nuestro joven narrador y la del propio niño cangrejo.
Antes de leer el libro pensaba que la historia sería una lucha de alguien con una discapacidad pero no tiene nada que ver, trata de la amistad y del primer amor, pero sobre todo del amor hacia la tierra que nos cría, en este caso con sus playas y sus peces, los rayos del sol y las comidas caseras.
Me gusta ponerme en la piel de un niño de vez en cuando y vivir con él esas primeras experiencias con la familia, las preguntas que se empiezan a hacer, los primeros amigos y la personita que les roba el corazón.
El lenguaje está muy cuidado, muy bien narrado y se nota el cariño que el autor ha puesto en estas poquitas páginas con sentimientos concentrados, además la edición ha ilustrado un cangrejito en cada capítulo y una pinza al lado de los números de página, que son detalles que enamoran. Todo el libro respira armonía pero sobre todo sencillez, como sencillos son esos pueblos pequeños que tan buenos recuerdos nos deja en la memoria de cuando éramos solo unos niños. Recomiendo la lectura tanto a pequeños como a mayores.
¡Entrañablemente mágico, os va a hacer sonreír! ^^