Cuando pensamos en un viaje exótico, lejos de casa, de esos en los que llevas la mochila a cuestas y una hoja de ruta sin estar del todo decidida, la cabeza nos conduce a tópicos como la mítica ruta 66, a una travesía por los Andes, a descubrir el corazón de África o al sureste asiático. Pero pocos se detienen en descubrir el corazón de lo que fue el imperio más grande que ha habido en el mundo: Mongolia.
Por Mongolia atravesaba una de las rutas más importantes de los antiguos comerciantes de seda, y también todo un hito ferroviario, el transiberiano. Siempre ha sido y sigue siendo un país de nómadas que transitan entre las grandes estepas y el bosque siberiano. La grandeza interminable de sus paisajes y la espiritualidad que rodea a la sociedad mongola atrae a multitud de viajeros cada año en busca de nuevas experiencias que les renueven por dentro y por fuera.
Una una tierra de nómadas
Los vastos parajes mongoles aparentemente sin vida eran hace siglos transitados por nómadas que se dedicaban a la caza. Eran multitud de tribus las que formaron lo que hoy es la etnia mongol. Se unieron bajo un mismo imperio que en el siglo XIII ocupaba toda el continente asiático al norte del Himalaya y la península de Indochina, y que ocupaba todo el Oriente Próximo hasta llegar al este de Europa. Como el que imaginaba y describía Marco Polo para dominar las rutas comerciales de entonces.Parte de la magia que reposa sobre tierras mongolas se encuentra en el desierto del Gobi, una de las fuentes de los fósiles de dinosaurios más antiguos que se han hallado. Las temperaturas extremas durante el año (hasta 40ºC por encima y por debajo de cero), las precipitaciones que recibe por oriente de los monzones y la aridez absoluta de su corazón, hacen del desierto del Gobi un escollo solo escrutable por los nómadas y sus chozas provisionales, las yurtas.
En el extremo noroeste del Gobi se sitúa la capital Ulán Bator, desde donde se pueden contratar excursiones para hacer una ruta por el desierto y visitar los asentamientos de pastores nómadas, muy distintos a los de antaño. Ahora hasta algunos tienen televisor y parabólica alimentados por una batería solar.
Ciudades del presente y del pasado
La capital Ulán Bator es el resultado del dominio soviético durante la época comunista, y su diseño recuerda la grandeza que los gobernantes querían demostrar de cara al exterior. Grandes e interminables avenidas con edificios macizos a cada lado. Pero la otra cara son los barrios humildes, de corte chabolista, de gente que emigró del campo en busca de oportunidades no encontradas y de aquellos que siguen sufriendo las consecuencias del comunismo agotado.El centro de Ulán Bator es la plaza Sukhbaatar, donde se erige el monumento al lider de la independencia de China en 1921 y donde se puso fin al comunismo. Es todo un símbolo para la población. El monasterio Gandan alberga varios templos budistas en su interior y es el más activo de los que quedan tras la dictadura soviética; otros han pasado a ser museos, como el Winter Palace donde vivió el último lider budista de Mongolia, o el templo Chojin Lama.
En los tiempos de apogeo del antiguo imperio mongol la capital no fue Ulán Bator, lo fue la actual Kharkhorin (entonces Kharkhorum). Lamentablemente ya no queda nada de la antigua ciudad porque fue destruida durante el dominio chino. Los escombros que quedaron son los que ahora forman la muralla del monasterio Erdene Zuu.
Viaje para renovar el espíritu
Hacia el norte del desierto también hay donde dejar descansar el espíritu y contactar con la naturaleza en estado puro. En el lago Ubsugul, un manantial rodeado de bosque siberiano y cumbres de más de dos mil metros de alturas, se puede beber un agua que no tiene en qué envidiar a la que embotellamos en occidente, se respira aire puro y se toca la paz más absoluta. Muy cerca también de Ulán Bator se encuentra el Parque Nacional Gorkhi-Terelj, donde nació el mítico lider que forjó el imperio mongol, Genghis Khan. La presencia humana es testimonial. Es un lugar perfecto, virgen, para contemplar los cuatro puntos cardinales sin nada que ocupe la mente. También se puede ver la Tortoise Rock moldeada por el deshielo de un antiguo glaciar.
Imágenes: Honza Soukup, jrubinic, mikeemesser, Jeremy, Weate, chenyingphoto (Flikr)