Famoso por ser lugar de festejo en Año Nuevo, el Times Square es por lejos el lugar de encuentro en Manhattan. Todo en esta zona está atrae al turismo y es aquí donde uno se siente más acosado por los vendedores. Hogar del Naked Cowboy y los personajes “truchos” de Disney, el Times Square es uno de los protagonistas de Nueva York.
Ingresamos a la zona desde el norte caminando por la calle Broadway. La cantidad de carteles, brillos, publicidades te impacta mucho. Aquí te enteras de todas las obras de Broadway que podes disfrutar y en el local rojo que dice: TKTS podrás conseguir buenos precios para las próximas funciones. Eli no es muy fana de los musicales así que quedará pendiente para otro viaje, en este priorizamos otro tipo de espectáculo más acorde al gusto de los dos (ya se enterarán en unos días).
Antes de llegar al Times Square en si, digamos que queda entre la calle 47 y la 42, recorrimos los locales de la zona. Vimos un cartel de M&M World y allí fuimos. ¿Que decir sobre este lugar? Increíble, no me imaginé nunca que iba a ver tantos M&M juntos en mi vida. Más allá de la cantidad me sorprendió la variedad de colores y de artículos (huevadas varias) relacionados a estos tan clásicos confites de chocolate.
Paredes repletas de surtidores de mil colores para que uno pudiera armar la bolsita a gusto y piacere. Además, en uno de los pisos (si, hay más de un piso con M&M) tienen la posibilidad de personalizar sus M&M’s imprimiendo alguna frase. Me pareció una opción muy interesante para hacer un regalo, aunque yo me los comería jejeje.
Luego de admirar las estatuas de Lady Liberty y el M&M setentoso homenajeando a Fiebre de Sábado por la Noche, decidimos seguir camino. No llegamos muy lejos porque vimos que en frente está el “Hershey’s Chocolate World” así que allá fuimos para mantener la línea de las golosinas.
Acá nos fuimos al pasto, todo lo que no gastamos en M&M lo gastamos acá! Buenísimos los precios de las bolsitas de minis Hersheys encima había promo en todo lo que era chocolate amargo (nuestro preferido) así que hicimos estragos.
Con la mochila llena de chocolates continuamos asombrándonos con las luces y colores. Foto obligada desde la escalera roja que queda sobre el lugar de TKTS y a seguir. La verdad que estando ahí te sentís en el centro del universo, es muy loca la sensación.
¿Se acuerdan que les dije que ese día nos enteramos de que íbamos a ser tíos de nuevo? Bueno, una de las cosas que lamenté fue enterarme luego de Disney porque no pude comprarle nada y en eso, en plena magia del Times Square aparece un Disney Store!! Lo arrastré a Eli hasta el interior de local, donde luego de luchar contra su relato del presupuesto, le compré a, en ese entonces, nuestr@ futur@ sobrin@ un bodie de Mike Wazowsky (si, verde y con un ojo gigante en la panza). Chocha con la compra realizada le prometí no gastar más por el resto del día, o al menos hasta la cena.
Pasamos por otra juguetería que cerró en Manhattan: Toys R Us. Esta sucursal del Times Square era conocida por tener dentro una vuelta al mundo, funcionando claro. Pisos y pisos de juguetes, un T-Rex de varios metros que te rugía, esculturas de Lego y un Minion gigante que casi me traigo para casa. Lamentablemente cerraron esta locación, realmente una pena porque era uno de los paseos obligados en el Times Square.
Haga click para ver el pase de diapositivas. Disfrutamos unos momentos más de las luces del Times Square y nos fuimos caminando por Broadway hasta la calle 32 que era la de nuestro hotel. Allí una ducha y salimos a comer una de las típicas comidas Estados Unidos: Mac and Cheesse. Aquí podrán encontrar más detalle sobre este excelente lugar para comer en Manhattan y unos fotos super chanchas (de comida).
Y así terminábamos el segundo día, el cansancio físico seguía pegando pero no importaba y además ¿¡Quién nos quita lo viajado!?
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