Arrancamos con mucho sueño, si bien estuvimos de vacaciones recorrimos muucho y eso cansa. Obvio que es un cansancio físico y no mental como en el día a día, podríamos decir que es un cansancio que se disfruta.
Era domingo y el sol se hizo presente después de unos cuantos días, con lo justo para derretir la nieve de las pistas y que nuestro vuelo siguiera programado a horario. Luego de terminar de organizar nuestro kilombo de cosas, bajamos a desayunar para decidir que haríamos en lo que nos quedaba en la gran Manzana. Así de apretado viajó el pobre Perry.
Yo propongo ir a Harlem por una misa Gospel, la verdad me encanta ese tipo de música y no quería perderme esta experiencia. Eli me comenta que en el Discovery de Times Square hay una exposición de Legos. Mientras me decía eso ponía cara de perrito mojado y después remata con el argumento: “Las misas gospel siempre van a estar en Nueva York pero esta exposición es temporal”. La verdad el remate no hizo falta, con la carita de perrito mojado me convenció. Obvio que bajo la promesa de volver a Nueva York en algún momento de nuestras vidas así me sacaba las ganas de la misa Gospel.
Volvemos a la habitación, buscamos valijas y hacemos el checkout. Muy amablemente la gente del hotel nyma nos deja guardar las valijas hasta la tarde y salimos a disfrutar de nuestras últimas horas en NY. Fuimos caminando por Broadway hasta la 44 y a media cuadra estaba el ingreso al Discovery Times Square. Digo “estaba” porque cerró hace unos cuantos meses.
Nos quedaba una atracción de la Explorer Pass así que la usamos para acceder a la exhibición. La muestra se llamaba “The Art of the Brick” y era una combinación de obras originales y reproducciones de obras clásicas. TODO realizado con Legos, la verdad una locura lo que vimos. Si bien le voy a dedicar un post especial, les dejo una muestra de la exhibición.
Estuvimos fácil 3 horas en el Discovery Times Square, se acercaba la hora de pegar la vuelta. Volvimos caminando por el Bryant Park donde encontramos la fuente congelada. Estaba así 3 días después de la nevada grande, así que imagino que los días previos estaba aún peor.
Hicimos nuestros últimos pasos por la 5ta Avenida y llegamos al nyma. Sacamos las valijas y aprovechamos para cambiarnos, nos sacamos las capas extras de ropa porque sino la íbamos a pasar mal en el vuelo y cuando llegaramos a Argentina.
Por la mañana habíamos reservado el Shuttle al aeropuerto por la web de Go Air Link NYC. Al poner el horario en que tenes que estar en el aeropuerto ellos te dicen a que hora te pasan a buscar, nos pasaron a buscar 2 horas antes del horario estipulado a estar en el aeropuerto, veáse 5hs antes del horario del vuelo.
Nos pasaron a buscar y éramos los primeros en el shuttle, señal de que pasearíamos bastante en busca de otros pasajeros. La verdad no nos molestó porque volvimos a recorrer Chelsea, el downtown y el barrio Chino. Agarró el Williamsburg Bridge y dejamos atrás Manhattan.
El tráfico estaba complicado pero llegamos finalmente al aeropuerto JFK. Fuimos los últimos en bajar de la combi así que tambiñen paseamos por las distintas terminales.
Al entrar la cantidad de gente que había nos sorprendió. Con la tormenta de los días previos el aeropuerto había estado sin funcionamiento por 2 días y recién hoy estaban arrancando los vuelos. Estaba lleno de gente durmiendo posiblemente esperando a tener novedades de su vuelo. Fuimos al mostrador de LAN y despachamos las valijas mientras rezabamos por no pasarnos con el peso. Menos mal que no me pesaron la mochila porque pesaba más de 10kgs.
Fuimos hasta el inicio de la fila de control y empezamos a seguirla hasta encontrarle el final. Había tanta gente y daba tantas vueltas la fila que era imposible saber dónde terminaba. Teníamos, fácil, más de 200 personas adelante! Terrible kilombo!
La espera se hizo eterna y llegamos a la puerta de embarque con sólo 10 minutos de anticipación. Al toque que llegamos avisan que el vuelo estaba con un retraso y que iba a salir 1 hora después. Recorrimos un poco, compré unas papas y unas cervezas y nos quedamos esperando muuuy tranquilos. Es tan lindo poder comprar comida en un aeropuerto sin tener que vender un órgano para poder pagarlo!
El vuelo salió con la demora programada, llegamos a Chile y por suerte tuvimos menos escala. Ya en Buenos Aires mientras veníamos en el remis a casa no podíamos creer el viaje que habíamos hecho. Esa sensación por suerte duró bastante tiempo.
Nos cansamos, nos mojamos y pasamos frío en Nueva York, me quedé mal de la espalda en Disney, nos perdimos Wishes y podría seguir con todas las cosas “negativas” del viaje. Pero como siempre digo ¡¿Quién nos quita lo viajado?! La experiencia fue hermosa, fueron nuestras primeras vacaciones largas fuera del país, fueron las vacaciones que hicieron que el bichito de viajar se nos pegara cual garrapata y que nos convirtió en lo que somos ahora.
.