El sector agroalimentario es y siempre ha sido uno de los motores de la economía de los países y existen ciertos aspectos que lo hacen atractivo para los emprendedores que quieran iniciar su aventura en un nuevo sector como el de la alimentación:
Un mercado con presente
Se trata de un mercado en el que todas las personas somos consumidores. Esto es un hecho extremadamente atractivo en la mente de un emprendedor a la hora de plantearse un nuevo reto o aventura. En España el sector agroalimentario contribuye con el 9% del PIB o Producto Interior Bruto, contando con más de 28.000 empresas, las cuales generan 2,3 millones de empleos y generan cerca de 100.000 millones de euros al año.
y con el futuro asegurado
Todos necesitamos comer y esto es un hecho que siempre será así. Alimentar a los nueve mil millones de personas que vivirán en nuestro planeta para el año 2050 es uno de los principales desafíos que tenemos por delante y al que se enfrenta nuestra civilización, dado que se calcula que la demanda de alimentos, fibras y piensos aumentará en un 60%. Todo esto hace que el sector alimentario tenga para los emprendedores el atractivo de que sabemos a ciencia cierta que la demanda crecerá.
El salto en la calidad, la llave del cambio
En el sector alimentario de nuestro país, compuesto principalmente por pequeñas y medianas empresas, hoy en día el desafío es pasar de ser competitivos por el reducido precio a ser competitivos por diferenciación en la alta calidad.
Esto implica una diferenciación en I+D+i de las nuevas organizaciones y emprendedores en el horizonte para transmitir el valor mediante la marca con el fin de que el mensaje alcance de manera óptima al consumidor final.
El futuro pasa por las exportaciones, y en definitiva, la internacionalización de las empresas, tanto en lo referente al producto como al servicio. La dinamicidad productiva así como la proactividad comercial se impondrán frente a los obsoletos modelos de negocio tradicionales, que no son válidos hoy en día en este mercado globalizado.
Emprender es innovar
El proceso de emprendimiento debe estar focalizado en la detección de necesidades de los actores del mercado, tanto de los consumidores finales como de otros actores como proveedores etc, apostando por el desarrollo y creación de nuevos productos para satisfacer a unos consumidores cada vez más exigentes e informados. Emprender es innovar, dado que son muchas las áreas del sector agroalimentario en el que pueden llevarse a cabo nuevas actividades, algunas de éstas todavía están por descubrir.
En lo referente a innovación, cabe recalcar la gran importancia de los procesos disruptivos para la generación de nuevas ideas de negocio relacionadas con el sector alimentario. Emprendedores de España, en concreto de la empresa Muuglu, detectaron la necesidad en la producción de bollería específica para ciertos tipos de intolerancias alimentarias, y desarrollaron un producto que puede ser consumido por cualquier tipo de alérgico. La marca de café Blackzi, compite frente a su vasta competencia diferenciándose por la calidad del genial café torrefacto italiano y dejando además grandes márgenes de beneficios a comercializadores y distribuidores. El grupo Cryosalus creó lo que ellos llaman la “fruta hibernada”, y patentaron un sistema criogénico que ayuda a alargar la vida de los alimentos durante más de 2 años.
Existen además de estos ejemplos anteriormente mencionados grandes márgenes y espacio de sobra para la innovación en el sector agroalimentario, tanto a nivel nacional como fuera de nuestras fronteras, desde el control inteligente de plagas y la recolección de miel ecológica hasta la edición genética de los alimentos para mejorar sus características. Las posibilidades son tan amplias como la imaginación de los emprendedores del futuro. Y del presente.
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