Ya Don Miguel de Cervantes, hace casi 500 años lo tenía más que claro, haciendo famosa la frase de “nunca segundas partes fueron buenas”. Una frase de aplicación en muchas facetas y situaciones de la vida. Como bien sabéis todos, el mundo del cine no es una excepción y, aunque siempre acaba apareciendo alguna excepción que confirma dicha regla, es más habitual que lo deseable que segundas partes de películas exitosas acaban bajando y mucho el listón.
Para grandes productoras de Hollywood, lanzar una película al circuito comercial, que esta tenga más éxito del esperado y no buscarle inmediatamente una secuela es algo casi imposible, y más, desde que el maestro de las secuelas, el gigante californiano Disney llena, una vez tras otra, sus arcas con secuelas y más secuelas de sus éxitos.
Hoy, en este rincón os traemos nuestra crítica de una de estas secuelas, la de una cinta que, en su momento representó un soplo de aire fresco al cine de animación y que, aunque no fue un auténtico bombazo sí que gustó y mucho, el clásico número 52 de Disney: “Rompe Ralph”.
Seis años después del estreno de la original, en 2018, llegó a nuestras pantallas la película que os vamos a comentar en esta entrada, la secuela de “Rompe Ralph” la cual llevó por título “Ralph Rompe Internet”.
“Ralph rompe internet” empieza justo 6 años después de que Ralph y Vanellope von Schweetz se conocieran, seis años en los que su amistad se ha consolidado al mismo tiempo que el salón de recreativos donde están sus respectivas máquinas ha continuado un lento y firme declive.
Vanellope se ha convertido en la auténtica reina del “Sugar Rush”, su juego, conociéndose hasta el aburrimiento, cada uno de los circuitos por los que tiene que correr y Ralph vive feliz destruyendo la casa de su juego, reuniéndose con Vanellope cada noche y tomándose una caña en el bar. Toda una monotonía que amenaza con romperse con la llegada de un nuevo “juego”, algo llamado “Wifi”.
Al mismo tiempo que el “Wifi” llega al salón de recreativos, Ralph decide darle emoción al “Sugar Rush”, creándole un nuevo circuito lo cual desborda de emoción a Vanellope provocando que el mando del “Sugar Rush” acabe hecho añicos, algo nada preocupante en otra época, pero que en la actualidad puede resultar la desconexión de su juego, ya que no hay piezas de repuesto a precio razonable en el mercado para un juego tan antiguo.
Ante la posible pérdida, Ralph y Vanellope deciden tomar cartas en el asunto, y lanzarse a través del Wifi a ese nuevo mundo llamado “internet”, un mundo plagado de anuncios, de luces, de movimiento y sobre todo de nuevos juegos, como el “Slaughter Race”, un juego de conducción online que atrapa totalmente a Vanellope.
Con todo, Ralph y Vanellope pronto encuentran su objeto deseado, el último volante para el “Sugar Rush”, en eBay, y por el que tienen que hacer una oferta desorbitada, lo cual, les lleva a un nuevo problema, tienen que hacerse con el suficiente dinero en 24 horas para pagarlo.
Ralph y la publicidad de Internet
¿Cómo conseguir dinero fácil y rápido por internet? Pues, de entrada, cayendo en la publicidad emergente y después, convirtiéndose en un éxito viral en una plataforma de vídeos (¿os suena?)
¿Conseguirán el dinero para el nuevo volante? ¿Vanellope se dejará seducir tanto por el “Slaughter Race” que dejará su casa de toda la vida y su amigo? ¿Qué peligros se encontrarán en internet? Son muchas preguntas que, obviamente podemos contestar, pero que no haremos.
Técnicamente, no os engañaremos, “Ralph Rompe Internet” es realmente buena, con un retrato fácil y claro de ese mundo por el que todos nos movemos pero que pocos conocemos, internet, con sus autopistas donde todo circula a altísima velocidad, el poder de los anuncios emergentes, las grandes corporaciones, los virus, el spam, los negocios poco claros y, como no, el poder de los “likes” para generar dinero e influencers.
Por otro lado, no os queremos dejar de contar lo que, para los miembros de este equipo es el principal hándicap de “Ralph Rompe Internet” y que no es otra cosa que la inconsistencia de su desarrollo, pasando de momentos realmente brillantes a minutos de total aburrimiento, vaya, como si se hubiera cambiado de página sin nuestro permiso para llevarnos a sitios sin el menor interés. No entendemos muy bien la desvariada de la historia del virus (creemos que se les fue de las manos totalmente), aunque agradecemos el toque simpático de reunir a todas las princesas en una película donde no aportan nada (vaya una vez más, una página interesante de internet en medio de una maraña de paja)
En cuanto a los personajes, simplemente remarcar la química entre Ralph y Vanellope la cual, no solo se mantiene en respeto a la primera parte, si no que se hace incluso, más fuerte.
No os vamos a engañar, y aún a riesgos de ser impopulares, a los miembros de este equipo nos ha parecido que, “Ralph Rompe Internet” es una pequeña decepción, una oportunidad perdida de seguir con una buena historia, por tanto, y por todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Ralph Rompe Internet” es de un 5 sobre 10.
Título original: “Ralph Breaks the Internet” – 2018 – USA
Dirigida por: Rich Moore, Phil Johnston
Duración: 112 minutos
Género: Animación, secuela