Tras un ritual de sacrificio desastroso, despierta en una nave bolnnegianna, con los que podrá viajar, comer pizza y jugar a videojuegos. Pero un error de cálculos ha provocado que la extracción se produjera antes de tiempo, así que nuestro protagonista tendrá que volver a su época para que la línea temporal no sea modificada.
Sin embargo, su libre albedrío causará paradojas temporales de tal manera que, en el lugar más seguro del mundo, tendrá una única misión: estrenar Hamlet: el musical con vida.
Reseña: Lectura conjunta con #LCViajarEnElTiempo maravillosamente organizada por Celia Añó. Y aunque lo hemos pasado genial comentando varios aspectos de la novela, creo que al formato de la novelette le sienta mejor una lectura de un par de tandas más que a “capítulo por día”, pero como esta reseña está destinada a futuras lectoras, seguro que la disfrutaréis de esta manera.
Se echa de menos literatura de humor en nuestro país, y “Viajar en el tiempo es fácil ¡Si sabes cómo! viene pisando fuerte para cubrir la carencia de este sector. Es inevitable pensar en novelas como la Guía del autoestopista galáctico, por esa mezcla de humor / ciencia ficción rozando el absurdo que acontece en ocasiones. Una historia plagada de referencias, relativamente asequibles para todos los públicos y pensadas para que nos arranquen mínimo una sonrisa.
Y es que la historia es bastante divertida, aunque hablar más de lo que se nos revela en la sinopsis es caer en un nivel de spoiler máximo. Empieza fuerte, aunque personalmente acercándome al final me pareció bastante apresurado. Salva el asunto la aparición del personaje de Ofelia, que merece una saga entera con ella como protagonista (Toma nota, Literup!).
En resumen: Una novelette muy entretenida, lista para hacernos reír y a la vez reflexionar sobre el fin del mundo. Necesitamos humor, y Rubén nos los ofrece en un formato ideal. Puntuación: 3’5.
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