Reseña: Vamos a situarnos. Club de lectura y nos tocaba terror. Entre las buenas opciones que nos pasó nuestro particular “master” Gonzalo, voté por este “Trazos de sangre” porque si tú lees la sinopsis tiene bastante buena pinta. Además, hasta el momento la editorial me ha aportado buenas lecturas (“Experimental Film“, “Las ratas“, “La creación de Gabriel Davenport“…). Salió elegido y allí que fuimos.
Me lo llevé en el tren camino de la Hispacon y reconozco que las cien primeras páginas me atraparon bastante rápido. Hay dos protagonistas principales; por una parte tenemos a Trevor, que regresa a Missing Mile para visitar la casa donde acontecieron los hechos de aquella fatídica noche, y a Zach, un hacker que huye al enterarse de que el FBI le persigue. Se lee ligero, es atractivo y aunque Zach, el hacker, ya no me caía especialmente bien, pienso que no tienen por qué caerme bien todos los personajes de un libro así que sigo adelante.
Hasta que los chicos, se encuentran. A partir de aquí, creedme, es cuesta abajo. Pero de las que te dejas los dientes en la caída.
Diálogos forzados hasta el extremo, párrafos con cantidad de información innecesaria, romantización del maltrato físico, apología de las drogas, escenas de sexo narradas de una manera que, creedme, me llegaron a incomodar y pequeñas “joyas” como esta, que son constantes y me hacían poner los ojos en blanco:
“Zach no había comido nada en todo el día y se había bebido casi toda la botella de vino. Se lo imaginó chapoteando en el estómago, mezclado con todo el semen que había tragado, rojo con espirales saladas de blanco perla”
La única mujer con cierto protagonismo que aparece en el libro ejerce prácticamente de plañidera, hay un agente del FBI que da más pena que otra cosa en su persecución de Zach, el mundo de los hackers se representa de un modo totalmente absurdo y la casa encantada tiene poco de terrorífica; apenas hay un par de escenas en las que se da importancia real a lo que pasó entre esas paredes, con una serie de visiones “malrolleras” y el final ya es totalmente de traca por lo inverosímil. Vamos, que tiene de poco de libro de terror y mucho de otras cosas, lo cual no sería grave si fuera una buena historia, pero tampoco.
Me sorprendió (para mal) encontrar tan buenas reseñas en goodreads, de 5 estrellas muchas de ellas. Realmente pueden encontrar “adorables” a personajes como estos dos chavales que hablan de amor a la hora de haberse conocido, que se maltratan físicamente en más de una ocasión y fuman marihuana como si no hubiera un mañana?
En resumen: Sinceramente, me he reído MUCHO con este libro, gracias a poder comentarlo con el club de lectura, ya que hemos coincidido en la opinión y nos íbamos enviando fotos de los párrafos que nos parecían más absurdos (Creedme, eran MUCHOS). Esta historia representa todo lo malo que puede haber en una relación de pareja, diversos errores de escritura (diálogos con calzador, personajes incoherentes) y una historia que no da lo que promete. Queda por agradecer la buena traducción de Carla Bataller, profesional como siempre es ella.
Valoración: 1/5. O 2/5, si vas a hacer lectura conjunta y te lo tomas a guasa.