Oficialmente, esta novela salió a la venta en febrero de 2019. En nuestro podcast Café Librería ya habíamos anticipado este lanzamiento gracias a la entrevista de mi compañero David a la autora en relación a la revista MaMuT (enlace al programa, aquí). La editorial Cerbero nos envió como cortesía para el programa un ejemplar digital de la obra, para poder comentarla en el podcast, pero como era la presentación en Barcelona unos días después, preferí esperar a comprarla en persona pues me llamaba la atención la edición (encuadernada a mano, una virguería y realmente bella).
Pero claramente el libro está maldito, tal y como bromeaban en una presentación sin ejemplares por distintos factores, algunos externos a la editorial. A fecha de hoy, el libro es prácticamente imposible de conseguir a menos que encuentres algún ejemplar en Gigamesh. Desde entonces, sabemos que Cerbero trabaja a todo gas para poner a la venta más ejemplares, pero hay cierta sensación de “inexistencia” de esta novela. Finalmente, decidí leerla en digital tras la favorable reseña de mis compañeros en A librería y ya mucha curiosidad por esta obra. Repito, por si no ha quedado claro, muchísimas gracias a Cerbero por haberme facilitado un ejemplar digital de la obra, porque….
Es una joya. Y eso que, repito, lo he leído en digital. La edición física tiene un formato que luce genial, con esa encuadernación tan poco usual. Las ilustraciones son de CalaveraDiablo.
Podéis ver un unboxing del libro en el canal de Laura, “Más que veneno“.
Qué nos cuenta este libro?
Una extraña enfermedad asola el mundo. La gente muere por millares y las naciones no dan abasto a quemar tantos cadáveres. Japón persigue a los extranjeros, pues considera que son portadores del temible virus y trata de deportarlos lo antes posible, o tal vez algo peor. Topaz, uno de los personajes, se esconde de las autoridades en un piso, tratando de ser invisible hasta que todo pase. Pero el día que la descubren, antes de ser arrestada decide saltar por la ventana y cae en el jardín de Jinen, un hikikomori, alguien que decidió hace años recluirse en la soledad de su hogar y aferrarse a una estricta rutina diaria para no enloquecer. La llegada de Topaz romperá sus esquemas y le obligará a asomarse al mundo, que está sumido en el caos.
El título no es algo baladí. Los cuentos son parte de la historia, y son introducidos en la narración de forma natural, sin cortar el ritmo y aportando un pequeño remanso de paz en nuestro ajetreo cotidiano. Ofrecen sabiduría y en ellos se hallan también una de las diversas capas de profundidad que tiene este texto.
Porque si bien podríamos etiquetar esta novela como ciencia ficción, o realismo mágico, cuesta realmente encontrarle una etiqueta adecuada, o al menos para mí lo es. Por tanto, la considero inclasificable dentro del género, reuniéndolos a todos ellos en una mezcla hecha con la experiencia de la autora y sus amplios conocimientos de Japón, algo que se desprende en cada página del libro. Cada personaje tiene algo que contar, aunque aparezcan y desaparezcan en un parpadeo, la autora nos suelta pequeños retazos de información que nos ayudan a comprender mejor sus vidas, por efímeras que nos parezcan como lectores, lo que enriquece el texto de una manera sorprendente.
Si no se lleva las codiciadas cinco estrellas es por ese final, tan abierto y de interpretación libre y que personalmente no me encajó. Toda la última parte, de hecho, se me hizo algo ajena y no acabé de engancharme con la historia, pese al empeño de sus maravillosos personajes en arrastrarme de nuevo a ella. Cuando pueda hacerme con un ejemplar, volveré a leerla y espero conectar de un modo más profundo con el tramo final.
En resumen: Una pequeña joya que espero podáis disfrutar pronto como se merece. Que la podamos disfrutar en nuestras estanterías y acudir a ella de vez en cuando, cada vez que necesitemos un cuento para alumbrar nuestras noches más oscuras. Puntuación: 4/5.
Nota: Cuando Cerbero ponga a la venta más ejemplares, editaré esta reseña, por supuesto.