‘Aracnefobia’ forma parte de Proyecto Válidas, una iniciativa para mostrar protagonistas con incapacidades. Aracne y Adrien reflejan en este ‘patchwork’ narrativo cómo el protagonista de una historia puede ser el villano de otra.
Reseña: Empecé a leer Aracnefobia y recuerdo que le tuve que preguntar a David si realmente era así: Primero iba el capítulo 1, y luego el 18? Después el 2, y después el 17? Efectivamente, así se disfruta de este enrevesado puzle literario que fascina y atrapa como la mejor tela de araña. Creo que incluso esta historia invita a relectura, leyendo los capítulos en orden “real”, para ver cómo evoluciona de un modo distinto. Un juego muy inteligente por parte de la autora.
Vamos un poco con la historia: Aracnefobia nos cuenta la historia de Aracne y Adrien, polos absolutamente opuestos y a la vez más unidos de lo que les gustaría. Por una parte, Aracne es un personaje del que te compadeces y a la vez resulta totalmente incómoda, por cómo trata a los que le rodean. Es una persona frustrada con su situación y no duda en hacerlo pagar a todo el mundo. Y por otra parte, Adrien es un personaje que de inicio me parecía algo soso, eterno guardián de alguien que le desprecia, pero a medida que avanza (o retrocede, según se mire) la historia, logras esclarecer ciertos asuntos y se convierte claramente en el otro pilar que sostiene esta novelette.
No olvidemos que se trata de una novela de unas 150 páginas y creedme, que narrar todo lo que tiene esta historia y del modo que lo hace la autora es complicado y que todo encaje es muy satisfactorio. Se nota el cariño puesto por Celia en esta novela y se transmite al lector.
Esta estructura de capítulos puede ser también un arma de doble filo: si te despistas en la lectura, esto de estar avanzando y retrocediendo a la vez puede resultar algo confuso. Obliga al lector a permanecer atento a los detalles de la historia, algo que personalmente disfruté, pero hubo algún punto de “eh, esto ahora era así?” que me hizo sentir un poco perdida, pero como digo, probablemente culpa mía, que liberé mi atención de la tela de araña que se iba tejiendo. A la vez, el estar leyendo un libro del que sabes el final desde los primeros compases puede resultar una trampa para la lectura, al perder cierto “interés” al acercarnos al final de la lectura, que es donde convergen ambas líneas temporales. De todos modos, es una novela muy interesante y la autora logra mostrar una serie de personajes muy inquietantes (como la Viuda, por ejemplo) aunque admito que me hubiera gustado saber un poquito más de ellos.
En resumen: Un nuevo éxito del Proyecto Válidas, de Literup tras la lectura de Legado de plumas. Una novela exigente, inquietante y “mal rollera” que te hará odiar un poquito más a las arañas. Ah, por cierto, me pido a Aracne en este duelo singular. Puntuación: 4/5.