Editorial: Éride
Páginas: 438
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 978-84-16596-82-9
Precio: 20,00 €
Sinopsis
La directora general de la Función Pública, Verónica Soto, es asesinada en el portal de su casa. Con su sangre, el asesino deja una nota: Por indecente. Por otra parte, la viuda de un activista reconoce en el mensaje unas amenazas que recibió su marido antes de morir en un accidente hace unos años; aunque nada parece vincular ambas muertes. La investigación del asesinato recae en el inspector Zalo Alonso y en la forense experta en perfiles psicológicos Carmela Archer. También Sara, la mujer del inspector y aficionada a la novela policiaca, tendrá algo que opinar. A medida que avanza la investigación, afloran fanatismos, pasiones y rivalidades. En el fondo, la pregunta es una: indecente, ¿por qué?
Reseña
Comenzamos la novela con un misterioso asesinato, el cual nos adentra en el corazón de Lugo. Este asesinato tiene muchas incógnitas a resolver, y poco a poco vamos descubriendo secretos y mentiras que nos dejaran con la boca abierta.
Zalo Alonso es el inspector encargado del asesinato; es un joven entregado a su trabajo, meticuloso y un auténtico portento de detective. Está casado con Sara, natural de Lugo y amante de las novelas policiacas. Sara es su mano derecha ya que aunque ella no es detective, con su gran imaginación ayuda a su marido con las pesquisas del caso e, incluso, llega a investigar por su cuenta logrando muy buenos resultados.
Carmela Archer, forense especializada en perfiles psicológicos, excelente profesional y gran amiga del matrimonio. Todos juntos se embarcan en una historia que desde el principio nada es lo que parece.
No podemos obviar que en esta gran historia hay muchos personajes que contribuyen al desarrollo de los acontecimientos pero me gustaría que fuese el lector quién los descubriera para que así se acrecente la intriga ;p.
Verónica es encontrada en el descansillo de su edificio muerta, presumiblemente por un golpe en la nuca. Lo que más llama la atención de los investigadores son dos hechos: el primero la frase Por indecenteescrita en la pared con su sangre, y la segunda es la desaparición de uno de sus zapatos.
Zalo sabe que este caso va a ser complicado ya que Verónica era trabajadora de la Xunta de Galicia, allí todos tienen algo que ocultar; y nadie quiere a la policía cerca haciendo preguntas. Se encuentra con muchas mentiras y secretismo que le entorpecen la investigación, pero gracias a su perseverancia Zalo -ayudado siempre de sus fieles compañeros y su mujer- va desentrañando poco a poco la red que entre unos y otros han ido tejiendo, descubriendo así como el asesinato de Verónicatorne varias coincidencias con un "accidente" ocurrido hace tres años cuya víctima era amigo de Sara.
Conforme vas leyendo el libro descubres que es un tema bastante actual debido a que dentro de la trama también encontramos intereses políticos, un asesinato de hace años sin resolver y que, sin embargo, ahora tiene un especial interés para la policía ya que tiene muchas cosas en común con el de Verónica. Hay que añadir que es Sara la que pone en sobre aviso de estas similitudes a su marido con su propia investigación privada junto a la esposa de esta persona fallecida.
Las descripciones del Lugo son escasas pero aun así hay lugares que casi puedes visualizarlos conforme vas leyendo. Por el contrario, los personajes son muy reales, sencillos, humildes, con grandes dosis de grandeza, ambiciosos y un largo etc.
Si algo tengo que destacar de este libro es la prosa utilizada por la autora. Es una narración clara, concisa, fresca, que no te hace volver atrás ya que es sumamente ágil la lectura. Describe a sus personajes de tal forma que aunque sean muchos, sabes quién es quién. Me gusta también el protagonismo que le da a Sara ya que me encanta la sencillez, humildad y carisma de este personaje, es sin duda mi favorito.
Recomiendo este magnífico libro a todo fan de la actualidad vs intriga vs secretos. Ha sido un honor haber tenido la oportunidad de disfrutar de esta novela, muchas gracias a su autora Áurea L. Lamela por la aportación.