QUÉ VER EN EL RASTRO DE MADRID
Comenzamos en la Glorieta de Embajadores. Si vas en transporte público, éste es un buen punto para empezar. Zapato cómodo, dinero en efectivo (aquí no aceptan tarjetas) y la cámara de fotos con la batería cargada. A veces, lo que ves no puede que no lo compres, pero te llevas un montón de ideas para hacer tú misma en casa. Como esta caja de madera. Seguro que con un poco de tinte y una plantilla podemos hacer nuestra propia versión de esta caja vintage para botellas.
Caja de madera teñida de rojo.
Subimos por Ronda de Toledo. Hay tantos puestos y la acera es tan estrecha, que a veces es complicado avanzar. En esta calle hay muchos puestos de ropa, dvd"s y objetos electrónicos. Aquí no encontramos nada que nos interesara. Hasta que llegamos a la plaza del Campillo del Mundo Nuevo. ¿Qué tiene esta plaza? Muchos, muchos puestos con un montón de objetos de metal. Pero no nos volvamos locos/as. Hay de todo y en algunos casos a unos precios desorbitados. Nosotras buscábamos tiradores, cucharas, periódicos antiguos... y en este punto había mucho. También baúles, revistas, llaves, herramientas, planchas... Y mira que es una cosa que no me gusta nada. Pero hay que regatear o sino tratan de cobrarte 5 euros por una cuchara. Según marca el sentido común, siempre busca varios objetos del mismo puesto y pide precio por el conjunto. Y nunca digas que sí al primer precio que te den. Más de dos euros por un tirador de metal oxidado, es caro. Puede parecer que estamos locas, pero sí, nos gustan ese tipo de cosas y por lo que se ve a mucha más gente también. Lo vintage se ha puesto de moda y te piden cantidades muy altas por pequeños objetos. Ejemplo: las llaves. Hay por todas partes, de todos los tamaños y formas. Casi necesitamos reanimación cuando le pidieron a Isabel 210 euros por una llave antigua. Según la chica del puesto era de coleccionista. Que sí, que era muy bonita.... pero 210 EUROS!!!!! Sin comentarios.
Llaves antiguas oxidadas.
Una de mis zonas favoritas es la Puerta de Toledo. Allí hay varios puestos que tienen objetos a un precio muy asequible y con cosas realmente chulas. El domingo pasado no tuvimos suerte y no estaba ninguno de los vendedores a los que compro habitualmente. Antonio, si estás leyendo esto, por favor, vuelve!!!!!!!! Que quiero esas mesillas, que me prometiste.
Relojes vintage.
Y aquí vuelvo con lo de tomar ideas. Posiblemente no quiera un reloj, pero puede que al ver tantos sobre una mesa se me ocurra usar las esferas para decorar un mueble o emplearlas para acoplarlas a unos tiradores. O las ruedas. En la calle Mellizo encontramos puestos que venden de todo un poco. A batiburrillo. Se mezclan objetos de metal, con cómodas, maletas o cerámica.
Cazos, cajas y planchas vintage.
Lo antiguo se mezcla con lo nuevo. Y como dice Leo, hay que tener cuidado. Si buscamos algo que realmente sea antiguo tenemos que asegurarnos de que lo sea. Mezclan latas vintage de distintos tamaños, formas y diseños. No todo el mundo, pero vimos en algunos puestos latas realmente antiguas junto a otras que simplemente tenían una decoración vintage, pero que eran de las colecciones que sacan por fascículos todos los años y que el primer número costaba un euro. Algo parecido pasa con los cubiertos: ¿son de plata? ¿son de alpaca? Si no eres capaz de diferenciarlos, por si acaso, no te fíes del todo.
Objetos vintage.
En esta calle, Isabel hizo una de las compras del día. Una maleta preciosa por un precio estupendo. Yo sé que esto puede sonar como si fuera evidente. Cuando nos enamoramos de un mueble u objeto puede que nos ceguemos un poco. En el mismo puesto vimos unas mesillas muy chulas. Las dos por 50 euros. Lo primero que piensas es que es una ganga. Y la verdad es que dudamos. Lo segundo, en lo que piensas en ¿cómo nos la llevamos?. Insisto, muchos pensaréis que es evidente inspeccionar bien antes de comprar. Pero, qué ocurre cuando no sabes. Si no tienes claro, si es una ganga o un timo. En el caso de las mesillas, no era un timo. Pero tampoco era una buena compra. En apariencia todo los defectos y rotos que tenía se podían arreglar facilmente. El gran problema era que las puertas estaban muy descuadradas y la estructura dañada. En ese momento, lo que hay que valorar es el trabajo que implica arreglar todo eso. Y son muchas horas.
Objetos en la calle Mellizo.
Ya se me olvidaba lo de la rueda. En esa misma calle vi una rueda. Que no cunda el pánico. No compré una rueda, pero me dio dos ideas: poner ruedas en una mesa y la combinación del verde aguamarina con el gris.
Rueda llena de cemento.
Qué encontramos en el Rastro
La verdad es que dimos una vuelta por varias calles: calle Mira el Río Alta, Carnero, Carlos Arniches... Y en muchas de ellas encontramos varios objetos, que definitivamente si te interesan, El Rastro es el lugar para comprarlas o por lo menos echarles un vistazo: botellas antiguas, de todos los colores y formas. Unas más antiguas, que otras, y unas más baratas, que otras.
Botellas de cerveza vintage.
Latas, damajuanas, maletas, cajas y cámaras de fotos... de todo esto hay bastante y como digo con precios muy variables. A lo que podemos sumar teléfonos antiguos, carteles y revistas.
Teléfonos antiguos.
Estatua buda.
Dicen que El Rastro ya no es lo que era. Que los precios han subido mucho y que al final los puestos se han terminado mezclando. Es verdad que en la calle principal, Ribera de Curtidores, hay una mezcla bastante amplia de artículos. Lo mismo te puedes comprar un bolso, que ropa interior o cinta de carrocero. Pero creo que todavía mantiene esa capacidad de ofrecer objetos que puedes encontrar en pocos sitios.
Farolillo de metal.
Si queremos un farol un tanto distinto a los que venden las grandes cadenas de decoración puede que nos interese cotillear un poco. Y hay una cosa, que a mí me llama la atención y que sé puede ser polémica. No nos importa pagar 20 euros por un farol que venden en una cadena de tiendas, pero nos parece caro en El Rastro. Y yo soy la primera que compro en la cadena de tiendas y la primera que me parece todo caro. No sé, al final lo importante es que te guste la pieza que has comprado y que te vayas contento/a a casa. No quiero animar al consumismo. Sólo que creo que nos complicamos mucho y al final hay pequeñas cosas, como darse un capricho y comprarse un farol, una maleta o una botella, que nos alegran la vida. Puede parecer de locos, pero a mí comprar una cuchara bonita, ya me alegra la mañana.
Objetos de decoración en El Rastro.
Una cámara de fotos antigua de fuelle puede oscilar entre los 20 y 45 euros. Las llaves, según el tamaño, las pequeñas unos dos euros. Las grandes, cinco. Pero tal vez, lo mejor es encontrar objetos de esos que no te esperas. Como el esqueleto de una bicicleta.
Esqueleto oxidado de una bicicleta.
Latas vintage de diferentes tamaños.
Muchas gracias a Isabel, Rocío, Leo y Julia por esa mañana tan amena y divertida. Lo pasamos genial y ya hemos quedado para una nueva cita. El mes que viene nos vamos al Mercado de Motores. Que tiemblen los puestos!!!!
De todo un poco en una tienda de Madrid.
Nuestro recorrido sigue en Ribera de Curtidores. Con muchas tiendas alrededor de un patio, donde los precios se elevan, pero los muebles son de esos que te enamoran. Os dejo dos pequeños ejemplos. Este post me está saliendo un poco largo y no quiero aburrir.
Baúles vintage de madera y cuero.
Sólo una cosa más, a quien le interese las maletas vintage, mañana os cuento dónde comprar. En El Rastro hay una tienda llenita de todo tipo de maletas: cartón, cuero, tela, mimbre... Para morir de amor!!!! Pero eso será mañana...
Maletín de cuero junto a un cajón de madera.
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