Visitamos Burdeos antes de que se acabara el verano, mientras hacíamos nuestro viaje de carretera entre Berlín y Asturias. Era una ciudad que me llamaba mucho la atención, por eso tenía ganas de conocerla. Pero como nos recibió con temperaturas altísimas, se nos hizo complicado recorrerla. Por lo que las recomendaciones que encontraréis en este post, giran en torno al que fue nuestro alojamiento. Reservamos un apartamento muy bonito situado en pleno centro, al lado de la famosa Porte Dijeaux. Se llama LAppartement - Hôtel Singulier Bordeaux y os lo recomiendo un montón porque además de confortable, es decorativamente inspirador.
El apartamento está en la calle comercial de Burdeos, algo que al principio nos impactó un poco porque la zona era un poco ruidosa y había bastante gente. Pero no tardamos en buscar la parte positiva de ello: teníamos todo lo necesario a unos pasos del portal. Como por ejemplo, el restaurante de comida saludable WOODKITCHEN (21 Rue de la Vieille Tour) que tiene unas ensaladas riquísimas para llevar y os lo recomiendo para almorzar. También había un montón de cafeterías con encanto, como por ejemplo The Alchemist Coffee Shop (12 Rue de la Vieille Tour). Para cenar, deberíais probar las tapas del restaurante Big Bistrot Girondin (64/66 Rue Saint-Rémi) y de paso, pasaros a contemplar la plaza conocida como El espejo del agua (en francés, Le miroir deau) al anochecer.
Como os decía, a lo largo de la calle comercial Rue de la Prte Dijeaus gira toda la vida de Burdeos. Es peatonal y alrededor de ella, encontraréis absolutamente de todo: todas las tiendas habidas y por haber, supermercados, el casco histórico, restaurantes, tiendas gastronómicas, cafeterías y mucho ambiente. Nos llamó mucho la atención un centro comercial que está al aire libre y se llama Promenade Sainte Catherine. Es en él, donde podréis encontrar unas famosas calles llenas de globos. Justo allí, encontraréis una tienda de decoración que se llama Søstrene Grene y tiene cosas monísimas a muy buen precio. Otra cosa que tenéis que hacer en Burdeos, es visitar su catedral St. André. Es de estilo gótico, está situada en la plaza Pey Berland y su interior se puede visitar de manera gratuita.
Aunque teníamos un apartamento, el hotel nos invitó a desayunar en su azotea con vistas a la catedral St. André. No nos pudimos resistir a tal propuesta y disfrutamos de un desayuno casero espectacular que podéis ver en la foto de abajo. ¿Y qué os podéis llevar como recuerdo de Burdeos? Pues ya sabéis lo bien que se les da a los franceses elaborar los dulces, así que podéis aprovechar y comprar souvenirs gastronómicos. Los más típicos son los canelés de Burdeos que encontraréis para vender por toda la ciudad. También os recomiendo una especie de profiteroles de la tienda Dunes Blanches chez Pascal Bordeaux. Otra alternativa, es pasarse por alguna tienda de jabones. Abundan mucho, pero ya os adelanto que los precios son un poco desmesurados.
¡Y esto ha sido todo por hoy! Espero que os haya gustado e inspirado. ¿Qué me decís? ¿Habéis estado alguna vez en Burdeos? Si es así, ¿os ha gustado? ¡Espero vuestra respuesta en los comentarios! Y de paso, os mando un abrazo.
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