¡Como pasa el tiempo! Esta va a ser la tercera Navidad que pasamos en nuestro nuevo piso berlinés. Un piso con el que no podemos estar más contentos y en el que nunca ha faltado un bonito árbol de Navidad natural. Reconozco que nuestra afición por el árbol de Navidad es un poco desmesurada. Ya lo encargamos a principios de noviembre y ponerlo ya se ha convertido en una tradición. Mientras nos tomamos un café, lo vamos decorando con todas esas bolas y adornos que vamos comprando en nuestros viajes más memorables. Como por ejemplo, la que me traje este verano del pueblo más bonito de Alemania: Rothenburg ob der Tauber.
Tres años llevamos poniendo el árbol de Navidad y tres años me llevo preguntando, si realmente comprarlo natural era la mejor opción. Y a esto me refiero, desde el punto de vista medioambiental. Por eso, tras encontrar información bastante interesante, he pensado que estaría bien compartir con vosotros la conclusión a la que he llegado. ¿Qué es mejor? ¿Un árbol de Navidad natural o uno artificial? ¡Sigue leyendo y te lo cuento!
Reconozco que a mí la idea de poner un árbol de Navidad artificial, no me gusta nada. Es algo que siempre me tira para atrás, por ese olor y apariencia a plástico rancio. No sé que pensáis vosotros, pero a mí me parecen horrorosos y de todo menos un árbol. Pero mi aversión por los árboles de Navidad artificiales, no viene exclusivamente por motivos estéticos sino también porque el plástico no me da buen rollo y aún menos, confianza.
Estas ideas mías, se vieron aún más reforzadas cuando empecé a investigar. Entre otras cosas, leí que las sustancias químicas que se usan para la fabricación de los árboles artificiales, son de todo menos buenas para el medio ambiente. Normalmente, se elaboran con resinas plásticas provenientes del petróleo que tardan cientos de años en desintegrarse. Sin hablar de que la mayoría de los árboles artificiales se fabrican en países asiáticos, viajan muchos kilómetros hasta que llegan a nuestras casas y esto es algo que también contribuye a la contaminación. ¡Pero que no cunda el pánico! Si se da el caso de que ya tenéis un árbol artificial, lo mejor que podéis hacer: es seguir usándolo. Aunque espero que sea de calidad porque para que sea igual de ecológico que uno natural, deberíais usarlo como mínimo durante 20 años.
Hablemos ahora de la opción de comprar un árbol de Navidad natural. Porque como ya deduciréis, aunque parezca la mejor alternativa: no todo vale. Es imprescindible que procedan de un vivero en el que cultiven este tipo de árboles destinados a usarse como navideños. Es decir, deben ser plantados en una granja de árboles de producción controlada y a poder ser, ecológica y situada cerca de donde viváis. Cada árbol de Navidad necesita aproximadamente 7 años de vida hasta poder ser vendido. Por lo que de esta manera, mientras están creciendo en los viveros: se está reforestando constantemente el suelo, están aportando oxígeno y también, ayudan a combatir la contaminación.
Otro aspecto muy importante, es que los árboles de Navidad naturales no se deben tirar a ningún tipo de contenedor de basura ni trasplantar en la naturaleza. Estos árboles se tienen que reciclar adecuadamente. Y para ello, deberéis informaros sobre las opciones de recogida de árboles de Navidad que ofrece vuestra ciudad. No sé si lo sabíais, pero los árboles naturales son totalmente biodegradables y pueden ser usados como abono en el campo o como combustible en las plantas de energía de biomasa. En estas últimas, los trituran y los transforman en electricidad o calefacción. En el caso de que viváis en Berlín, podéis informaros aquí sobre las fechas exactas en las que pasarán a recoger los árboles de Navidad. Se trata de un servicio gratuito de BSR y suelen empezar a recogerlos la primera semana de enero. Tan solo, tenéis que encargaros de bajarlo a la calle y dejarlo a la vista en la acera que esté delante de vuestro portal.
Conclusión: optar por un árbol de navidad natural y ecológico es la mejor opción. Pero ojo, no vale cualquiera. Es muy importante saber dónde comprarlo y también cómo reciclarlo, como previamente os he explicado. Claro está, que en el caso de que esta opción tampoco os haya convencido, siempre podéis optar por otra aún más ecológica: olvidaros del árbol de Navidad y decorar alguna planta grande que tengáis en casa.
Y hasta aquí ha llegado el post de hoy. Espero que os haya gustado e inspirado. Pero sobre todo, que os haya ayudado a resolver las dudas respecto a qué tipo de árbol de Navidad debéis comprar. ¿Qué me decís? ¿Soléis poner el árbol de Navidad? ¿De qué tipo? ¿Natural o artificial? ¡Espero vuestras respuestas en los comentarios! Y de paso, os mando un abrazo.
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