Tres vídeos reconocidos por los medios, la crítica y los fans son Video Girl, de FKA twigs; Black Up, de Shabazz Palaces y Good Kid, M.A.A.D. City, de Kendrick Lamar, pero ¿qué tienen en común? Todos fueron dirigidos por el artista Kahlil Joseph, creador contemporáneo y cineasta estadounidense, un artista que busca destacar el arte y la esperanza y pérdidas de la cultura negra del siglo XXI.
Comenzó a los 18 años como becario en un estudio de postproducción en Los Ángeles, con la ilusión de, algún día, llegar a trabajar con Hype Williams, uno de los directores más importantes de la música y creador de algunos de los videos más memorables de Missy Elliott, Kanye West y Beyoncé.
Desde que comenzó a producir su propio trabajo, se ganó el respeto de la industria, explorando la delgada línea entre el video musical, el cortometraje y la instalación artística, colaborando para artistas como Sampha, Flying Lotus, Arcade Fire, y marcas como Kenzo. En 2012, presentó junto a Flying Lotus, "Until the Quiet Comes", cortometraje que fue realizado tomando como base el álbum homónimo del músico, un retrato de jóvenes negros de LA que juega con lo etéreo y la realidad de la comunidad negra. Gracias a su pieza, el crítico Hilton Als expresó cómo le restauró la fe en el video musical, y terminaría recibiendo el premio del jurado en el Festival de Cine de Sundance, lo que llevaría a la pieza a formar parte de una exposición colectiva en el Instituto de Arte Contemporáneo de Filadelfia, en 2013. Kahlil sigue la filosofía de Martin Margiela, ya que prefiere que el foco de atención esté sobre su trabajo, que sobre él y su vida personal. Tiene una cierta obsesión con el movimiento creativo conocido como “Blackness”, ya que disfruta plasmar la diversidad de lo que para él es asombroso, exponiendo los fenómenos culturales dentro de la comunidad negra pero de manera global, de hecho, una de sus piezas más destacadas sobre ello es "Fly Paper", una instalación de 20 minutos en el New Museum on the Bowery en Nueva York.
Se identifica más con artistas visuales como Jean-Michel Basquiat, Warhol y Twombly, pero fue su difunto hermano menor, el artista y curador Noah Davis, quien fungió como catalizador para ayudarlo a darse cuenta de su potencial como artista. Su primer acercamiento con la música fue haciendo vídeos cuyo presupuesto estaba entre los $2,000 y $5,000 dólares, lo que dentro de la industria suele ser muy poco, sin embargo las disqueras y artistas le daban toda la libertad creativa, logrando una de las cosas más importantes dentro del arte: Autenticidad. Manteniendo sus ideas simples, pero presentándolos de manera diversa, involucrándose con los músicos, y disfrutando la música. Ese talento lo llevaría a ser un pilar con el álbum conceptual de 2016 de Beyoncé, Lemonade, ya que Joseph se encargó en buena parte de la película de 60 minutos y 11 capítulos que acompañó al álbum. Un verdadero autor que muestra su particular sensibilidad en piezas que van desde un comercial para O2, protagonizada por Gary Oldman, hasta "Wildcat", un cortometraje sobre vaqueros negros en Oklahoma, que a menudo filma en blanco y negro, para enfatizar la piel de sus actores, pero sobretodo sus ideales. Un maestro del sonido, permite que el diálogo y la música jueguen, creando una yuxtaposición entre lo que escuchamos y lo que vemos.
“What Ive learned in the music space is that theres stuff Im trying to get at where words are just not enough. I dont care what the character says. Ive been able to do things (without words). The space I occupy right now is actually quite interesting because Im able to create things that I dont have words for.” - Kahlil Joseph.