Decides pasar un rato en el parque con ellos, porque pobrecitos, se han pasado todo el día en el cole. Venga a casa que tienes que estudiar y hacer un montón de deberes, eso si antes no han pasado por alguna extraescolar. Por fin llegas a casa y mientras preparas la cena, tu marido que acaba de llegar del trabajo colabora con el baño de los niños. "Hola" por cierto, le digo a mi marido , "hola y punto" que todavía quedan un montón de cosas por hacer, recoger la casa, hacer la lista de la compra... y mientras la hago ¡hay que se quema la cena! ¡no me da la vida!.
La peque está ya en la camita y por fin podemos sentarnos un momento, los dos juntos en el sofá, cansados, agotados y con sueño, a ver si aguantamos y vemos terminar una película aún con los anuncios de 15 minutos, o leo mas de 2 hojas de un libro, cotilleo fotos en instagram, o algo mas importante, charlamos los 2 de nuestras cosas.....
Y ahora me entero que el aceite de palma es malísimo y que como súper mamá que soy, tengo que sacar tiempo de donde no lo tengo para aprender a cocinar pasteles, bollería y galletas, porque resulta que todo tipo de comida precocinada tiene este aceite, que parece es tan perjudicial. Aquí es cuando llamo a mi madre o a mi suegra, para pedirles ayuda, porque yo de cocinar "ni papa" y menos de repostería.
Pobres abuelitas, acudimos a ellas para todo, ¡que haríamos sin ellas!, aquí es cuando pienso que este gobierno español ya podía coger ejemplo de Suecia y pagarlas un sueldo por cuidar de los nietos y si te apuras, de sus hijos de 40 años, y ya de paso y por pedir, ya podían también, intentar que las familias pudiesen conciliar su vida familiar con la laboral, así sacaría tiempo para poder hacer esas galletas...¡Madreeee que estrés! y esto no termina, abro la nevera para pensar qué cocinar para el día siguiente, y me da un "yuyu" porque todo lo que tengo en ella puede ser perjudicial según que revista, que artículo o qué programa de la televisión como el que vi el otro día sobre el chorizo, ¿qué hago? ¿tiro todo?
¿Pero qué "leches" vamos a comer ahora? y hablando de leches, nunca había visto de tantas clases en las cafeterías, resulta que ahora cuando pides un "cortado" te preguntan en muchas de ellas, que tipo de leche quieres; de soja, sin lactosa, con Omega3 ¿Qué han sido de los días en los que solo pensábamos en la leche Entera, Desnatada o Semi?
¿Y qué pasa también ahora con la fruta? ¿habré acertado con las brochetas de fruta, incluidas en el cumpleaños Master Cheff que organicé en casa por el cumple de mi hija? ¡La que organicé en casa! ¡Hay madre, metí alguna gominola!
¿Y los medicamentos?,¿ recuerdas cuando de pequeñas nuestras mamás nos daban "aspirina" para todo? resulta que ahora es lo peor del mundo, ¿qué nos dirán de las gelocatiles, ibuprofenos, el Dalsy, dentro de unos años?
Bueno ¡¡me voy a pegar una ducha a ver si me relajo un poco!!, y casi me da algo, cuando veo el gel y el champú y me pongo a leer los componentes químicos que contienen ¿qué me pasa? ¿puedes parar ya? casi acabo duchándome solo con el agua. ¿Y el agua? hay por diosssss...
De verdad, a veces no quiero ni saber. Pensamos que estamos dando a nuestros hijos una vida sana, y te enteras todos los días de algo que te hace cuestionar lo que hemos hecho, lo que hacemos o lo que haremos.
Como las vacas en su día ¡Vamos a acabar Locas pero de remate!
No tengo una bola de cristal para ver el futuro, no quiero ni debo restar importancia a toda la información que nos llega, pero chicas ¿no os sentís saturadas con todo esto?. No se si mi elección sobre la comida o tantas otras cosas en la vida es la acertada, desconozco tantas y tantas cosas...solo sé, que lo intento, y que lo hago lo mejor que puedo.
Viajar con mi familia me desconecta de todo esto ¿será que por eso me gusta tanto?