Como ya he mencionado en algunas de mis entradas, la comarca de la Alpujarra se extiende desde la ladera sur de Sierra Nevada hasta parte de la costa de Granada y Almería. Por este motivo en ella podemos encontrar una gran variedad de paisajes: pequeños bosques, barrancos abruptos, zonas con escasa vegetación, cuencas de ríos, altas cumbres, cumbres menos pronunciadas, valles, puertos de sierra, puertos pesqueros, multitud de playas, costa baja, litorales con profundos tajos, pueblos de interior y de costa, pueblos muy habitados, cortijos dispersos, cultivos de secano, cultivos de invernaderos,…
A continuación, os contaré y mostraré fotografías de pequeños rincones que he encontrado por casualidad cuando iba de camino hacia algún pueblo. Algunos de estos rincones estaban señalizados y otros no.
De camino a Bérchules nos encontramos con un precioso mirador, desde allí las vistas de Bérchules, Sierra Nevada, el valle de Cádiar y la Sierra de la Contraviesa eran hermosas. Ese día hacía un poco de viento, me senté a apreciarlo todo tranquilamente en un poste de piedra, con la melena ondeando, el sonido de los pájaros,…, ¡me sentía libre entre la naturaleza!.
Continuando por la carretera de Bérchules nos paramos al pasar un pequeño puente porque intuíamos que habría un pequeño riachuelo. ¡Nos llevamos una grata sorpresa! Sólo hay que observar las fotos para darse cuenta que aquel barranco merece la pena visitarlo. Acertamos con nuestra intuición, había un riachuelo, más arriba una minicascada artificial, una pequeña balsa que repartía el agua entre el barranco y acequias. Por la pared de la cascada y en el cerco de la balsa el musgo brotaba, las piedras erosionadas daban un toque de misterio y el sonido del agua te envolvía.
En una salida que hicimos en moto hacia las antenas de la Sierra de Lújar descubrimos un barranco que daba miedo. Íbamos transitando por una carretera de tierra hacia Olías. Dicha camino tiene su desvío por la carretera de Lújar. Si habéis estado alguna vez en esta sierra sabréis que los barrancos de la ladera sur son muy abruptos, estrechos y oscuros, esto sumado a una nube instalada en ellos daba la sensación de ir en dirección al fin del mundo. Un lugar muy idóneo para haber hecho un skech de terror. : D Lo mágico de la Sierra de Lújar es que aproximadamente cuarenta minutos después y al pie de las antenas nos encontramos con el cielo despejado y unas vistas espléndidas de Sierra Nevada.
Para terminar este capítulo os mostraré una cala por la que suelo pasar los fines de semana que voy a mi pueblo. No es otra que la conocida Playa de La Rijana. Una pequeña playa situada entre tajos. Podría pasarme horas describiéndola, sin embargo, en esta ocasión haré caso al dicho una imagen vale más que mil palabras.
Continuará…..
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