Aquí tenemos algunos datos interesantes sobre las pestañas:
Las pestañas nacen de pequeños folículos capilares en la piel del parpado, los seres humanos tenemos aproximadamente 200 pestañas en el parpado superior y 80 en el inferior, cada una mide entre 5 y 8 milímetros de largo, usualmente siendo más largas en hombres que en mujeres.
Al igual que las uñas, las pestañas están compuesta por pequeñas escamas de queratina superpuestas, lo cual les da una gran resistencia y flexibilidad.
A pesar de su pequeño tamaño, una sola pestaña tarda aproximadamente 2 meses y medio en crecer, por lo que es algo casi imperceptible y permanece entre 4 y 5 meses en el parpado antes de caerse y ser reemplazada por otra, por lo que renovamos todas nuestras pestañas 2 o 3 veces al año.
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¿Qué función cumplen las pestañas?
Las pestañas funcionan como un escudo
Las pestañas están diseñadas de tal forma, que funcionan como una pequeña malla que impide el paso de bacterias e impurezas como el polvo o la arena, e incluso pequeños objetos como fragmentos de vidrio, o cualquier otro agente extraño al ojo, que pudiera amenazar su salud física o degradar nuestra calidad visual, de esta forma actúan como un efectivo escudo que protege nuestros ojos.
Además de esto, al igual que las cejas, impiden el paso del sudor o gotas de lluvia que pudieran causar molestias en el ojo. Esto también era muy importante para nuestros ancestros en las cuevas a la hora de realizar la ardua y cansada tarea de salir a cazar, hacerlo con gotas de sudor o agua en los ojos no era muy efectivo, ni agradable.
Las pestañas son extremadamente sensibles al tacto, lo que como podrás imaginar también tiene una importante función, ya que en cuanto algo hace contacto con éstas, tenemos un reflejo automático y casi inmediato de parpadear, reduciendo así las probabilidades de que algo caiga en el ojo.
Las pestañas nos protegen de la luz
Otra de las funciones de estos pequeños bellos alrededor de los ojos, es proteger nuestra visión del exceso de luz, ya sea solar o artificial, a nadie le agrada que enciendan una fuente de luz o abran una cortina en las mañanas tras despertar o tras pasar un largo periodo de tiempo en un ambiente oscuro.
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Cuando esto ocurre, sentimos una gran molestia e inmediatamente entrecerramos los ojos, es gracias a la sombra proporcionada por las pestañas, que podemos continuar viendo un poco a pesar de esto, de otra forma los mantendríamos completamente cerrados.
Además, atenúan los efectos de la radiación solar, manteniendo la salud de nuestra visión por más tiempo, sin ellas seguramente todos tendríamos una visión bastante borrosa a temprana edad.
Por otro lado, se ha demostrado científicamente que las pestañas apoyan en gran medida al parpado, impidiendo que las corrientes de aire resequen rápidamente nuestros ojos, si no las tuviéramos tenderíamos a parpadear con mayor frecuenta en pos de mantenerlos húmedos.
La función estética de las pestañas
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