Los movimientos tectónicos que tuvieron lugar en la zona no sólo causaron frecuentes terremotos sino que también ocasionaron la aparición de numerosas fuentes de aguas termales con alto contenido en minerales que constituyen una famosa atracción turística internacional.
"El Castillo de Algodón"
Pamukkale, que en turco significa ?Castillo de Algodón?, se encuentra al sudoeste de Turquia, concretamente en el valle del río Menderes, en la provincia de Denizli, donde se disfruta de un clima templado la mayor parte del año.
Es una de las zonas naturales más increíbles del mundo, junto al yacimiento de Hierápolis, a donde desde época antigua peregrinan hasta sus bellas fuentes millares de personas en busca de remedios para sus enfermedades.
Además de algún material radioactivo, este agua contiene grandes cantidades de bicarbonatos y calcio que producen la precipitación de bicarbonato de calcio. Cada segundo brotan de estas fuentes 250 litros de agua, dando lugar a la precipitación de 2,2 gramos de creta por cada litro de agua o 0,55 Kg. de creta por segundo.
Con el paso del tiempo algunas fuentes se secaron debido a los terremotos, mientras que otras nuevas surgieron en los alrededores.
Este fenómeno natural produce gruesas capas blancas de piedra caliza y traventino que bajan en forma de cascadas por la ladera de la montaña, lo que da la sensación de estar ante una catarata congelada. Estas formaciones también adquieren el aspecto de terrazas de travertino en forma de medialuna que contienen una capa de agua poco profunda dispuestas en el tercio superior de la ladera formando escalones, que oscilan de 1 a 6 metros de altura, o estalactitas que sostienen y unen estas terrazas.
Entre las rocas más antiguas se pueden encontrar mármoles cristalinos, cuarcita y esquistos, que datan del periodo del Plioceno, mientras que la capa superior es de la era Cuaternaria. Los depósitos más recientes de carbonato de calcio le dan al lugar un aspecto blanco deslumbrante.
Pamukkale estuvo muy descuidado durante las últimas décadas del siglo XX, época en la que se construyeron hoteles en lo alto del lugar que destruyeron parte de los restos de Hierápolis. Las aguas termales de las fuentes se utilizaron para llenar las piscinas de los hoteles y se vertieron aguas residuales justo sobre el monumento, de ahí que adquiriera un tono parduzco; además, se construyó una rampa de asfalto para acceder a la parte principal.
Sin embargo, desde que en 1988 fuera declarado Patrimonio de la Humanidad, junto con Hierápolis, Pamukkale goza de mejor estado. Desde entonces, se intentó restaurar la zona: se demolieron los hoteles y la rampa se cubrió con pozas artificiales a las que hoy los turistas pueden acceder sin zapatos (a diferencia de lo que ocurre en otras zonas del lugar), y donde se pueden encontrar renacuajos; se realizó un canal alrededor de la rampa para recoger el agua e impedir que se derramara; se dejó que las zonas de color parduzco se blanquearan al sol y se evitó que estuvieran cubiertas de agua para atenuar el problema, razón por la cual muchas pozas permanecen vacías. Siguiendo un programa establecido, otras zonas de la parte superior de la colina se llenan de agua y se abren al público durante una o dos horas.
Yacimiento arqueológico de Hierápolis
La antigua ciudad de Hierápolis fue mandada construir en lo alto del ?castillo? blanco (2,700 m de longitud y 160 m de altura) por Eumenes II, rey de Pérgamo, alrededor de 180 a. C. Durante el reinado de Tiberio, en el año 17, fue destruida durante un terremoto y vuelta a reconstruir. Tuvo significativas transformaciones en los siglos II y III que le hicieron perder todo su antiguo carácter helenístico para convertirse en una urbe típicamente romana.
En ese período, se convirtió en importante centro de descanso veraniego para los nobles de todo el Imperio, que acudían a ella atraídos por las aguas termales. Posteriormente, bajo dominio bizantino, cayó en poder de los selvúcidas en 1210.. Fue destruida completamente por un terremoto en 1354.
El yacimiento arqueológico de Hierápolis contiene:
- Baños romanos, convertidos en iglesia durante el periodo bizantino.
- Termas. Se sabe que fueron construidos en el siglo II, y consisten de tres secciones: el frigidarium, el caldarium y el tepiderium. Las secciones, abovedadas, estaban cubiertas y conectadas entre sí, formando un único conjunto. Todas ellas fueron edificadas con grandes bloques de piedra sin argamasa. El sitio aloja actualmente un museo.
- Teatro, la construcción mejor conservada de todas. Construido en el siglo II, se compone de tres secciones: Cávea, Scena, y Orchestra. Edificado sobre una pendiente, la cávea aún conserva sus formas, que revelan que el teatro tenía capacidad para entre 15 y 20 mil espectadores. Las partes superiores de la scena, que mostraban escenas mitológicas grabadas en mármol, se han derrumbado; tenía cinco grandes puertas esculpidas en mármol, tres en el centro y una a cada lado.
- Templo, edificado con grandes bloques de piedra sin argamasa.
Cerca del templo de Apolo, hay un área llamada Plutonium, sitio de una antigua gruta que la tradición consideraba una entrada a los infiernos. Los arqueólogos encontraron la entrada a la gruta, a la que se desciende por escaleras con arcadas, en 2012 gracias al hallazgo de numerosos cadáveres de aves que habían muerto a causa de los gases tóxicos que salían de la cueva.
En 2011, otro equipo de arqueólogos afirmó haber descubierto, entre los restos de una iglesia de tres naves, la tumba del apóstol Felipe.
Además, la ciudad alberga tres necrópolis, al sudoeste, al norte y al este.
También se conservan las puertas de la ciudad, construidas en diferentes épocas. Las puertas del norte y del sur están unidas por un camino rodeado de columnas, a cuyos costados se hallan importantes construcciones.