Lo cierto es que, durante 2014, las llegadas de turistas a Pamukkale se incrementaron en un 12%, con relación a las cifras registradas en 2013. De ese modo, se convirtió en el destino más elegido por los viajeros que optan por adentrarse en el interesantísimo mundillo que constituye Turquía, una nación en la que la diversidad cultural y el contraste entre el toque europeo y el asiático se sienten a cada paso.
Quienes visitan esta auténtica maravilla de la naturaleza también se dan el gusto de conocer las ruinas de Hierápolis, antigua ciudad que tuvo su esplendor en el Período helenístico, fundada aproximadamente en el 180 antes de Cristo por Eumenes II, rey de Pérgamo, otra antigua ciudad de la región. En 1988, la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad al conjunto que establecen Pamukkale e Hierápolis, localizada precisamente en la cumbre de Pamukkale.
Estas imponentes terrazas blancas tienen 160 metros de altura y están conformadas a base de piedra caliza y travertino, roca que surge a partir del carbonato de calcio. Paralelamente, las aguas termales del lugar, que nacen con un abundante caudal de 250 litros por segundo y suelen tener temperaturas que oscilan entre 40 y 50 grados centígrados, cuentan con diferentes propiedades curativas, conocidas desde hace miles de años. Justamente, estos beneficios para la salud llevaron en su momento a la construcción de Hierápolis, donde residían las clases más acaudaladas en la época de los romanos.
Según la Unión de Agencias de Viaje Turcas (TÜRSAB), este precioso espacio natural contabilizó un total de 2,18 millones de visitas a lo largo de 2014. Asimismo, la cantidad de visitantes ascendió a 73.306 sólo en noviembre pasado. De tal forma, Pamukkale e Hierápolis generaron más de 38 millones de liras turcas (alrededor de 14 millones de euros) en el transcurso de este año que termina. El podio de los destinos preferidos en Turquía se completa con las ruinas de Éfeso (Izmir) y el Museo al Aire Libre (Göreme).
Además de la Unión Europea, los mercados en los que se sostiene el movimiento turístico en Pamukkale corresponden a Rusia, Japón y Corea, con un marcado aumento en cuanto a la llegada de visitantes procedentes de diversas latitudes de Asia, como -por ejemplo- India, Malasia e Indonesia. Para las autoridades, el próximo desafío tiene que ver con que los turistas empiecen a hacer reservas por estancias más dilatadas, ya que en algunos destinos apenas pasan una o dos noches.
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«Hot springs of Pamukkale». Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.