Mula

Si como decían algunos visionarios, la vida sobre la Tierra se hubiese extinguido hace más de 30 años, cuando en un futuro llegaran a ella otras formas de vida y se hubieran encontrado los archivos de la historia del cine, y en ellos, las fichas de un hombre larguirucho y delgado con fama de duro y de muy rápido con las pistolas. Por suerte, esto no ha pasado así, y pase lo que pase en el futuro, en la historia del cine y al lado del nombre de Clint Eastwood siempre quedará algo más reflejado que sus papeles de pistolero.

10 años después de haber dirigido y protagonizado la gran obra “Gran Torino”, este marzo de 2019 ha llegado a nuestras cartelera “Mula” la última, por el momento, película dirigida y protagonizada por Clint Eastwood, y en el equipo, como no podía ser de otra manera nos hemos lanzado a verla el día de su estreno.

La historia de “Mula” empieza desplazándonos al Illinois de 2005, allí nos encontramos con Earl Stone (interpretado por Clint Eastwood), un anciano y solitario horticultor que se dedica a plantar y cuidar sus flores para presentarlas, con bastante éxito, a certámenes y concursos.

Años más tarde y con 88 años, Earl es desahuciado de su casa y de su negocio de flores el mismo día que su nieta Ginny celebra su fiesta de pre-boda. Cuando llega a la fiesta con su vieja camioneta cargada de sus pocos enseres, se encuentra con la oposición frontal de su hija Iris, quien se gira en redondo sin querer hablar con él y de su ex mujer Mary (Dianne Wiest) quien le recrimina que nunca está cuando se le necesita.

Desesperado por la falta de dinero y de medios para ayudar a su hija, escucha la sugerencia de uno de los invitados de la fiesta quien le recomienda que, gustándole conducir como le gusta, haga de transportista para una gente que paga muy bien. Dinero fácil y un trabajo que a su edad puede hace. Earl acepta el trabajo.

La cosa es sencilla, Earl debe recoger un paquete en el sur y llevarlo hasta un motel de Illinois, donde la mercancía será cambiada por una suma de dinero en efectivo. Con el primer viaje, Earl consigue el suficiente dinero para ayudar en la boda de su nieta y comprarse una nueva camioneta. Aunque de entrada se plantea no hacer más viajes, otra gente le pide ayuda y él continua sin casa, por tanto, se ofrece a continuar con los viajes.



Sí, el trabajo de Earl es hacer de “mula” de transporte de cocaína para un cartel mexicano. Su aspecto de anciano bonachón y su pericia como conductor (nunca ha recibido una multa tráfico) le ayudan a pasar totalmente desapercibido. Con el tiempo Earl acaba haciéndose amigo de los miembros del cartel y recibiendo el sobrenombre de “Tata”.

Con cada vez cargas más importantes en su furgoneta, la DEA con el agente Colin Bates (Bradley Cooper) al frente, estrecha cada vez más el cerco a los movimientos de las mulas al servicio de los carteles mexicanos. Con la policía pisándole los talones y el cartel exigiéndole cada vez más, Earl recibe una mala noticia, su ex mujer Mary se está muriendo.

¿Qué hará Earl? ¿Dejará el trabajo de mula para ir junto a su ex mujer y su familia, o por el contrario continuará descuidando su familia como le acusan de haber hecho toda la vida? Como es evidente nosotros lo sabemos, pero aunque se trata de una película basada en hechos reales, nos guardaremos el desenlace de la misma.

Técnicamente con “Mula” tenemos una nueva lección de buen cine, llevando de protagonista absoluto de la cinta a un octogenario gruñón, solitario y decrepito quien viaja de norte a sur de Estados Unidos para no solo transportar droga, sino redescubrir y reencontrar el camino hacia su familia. Aunque el guion no es en absoluto una gran maravilla, sí que su desarrollo y montaje rozan el excelente ya que durante las casi dos horas de metraje de esta “road movie” consiguen dejar al espectador pegado a la butaca disfrutando de la mezcla de thriller, drama y toques de humor.

Con todo, es desde el punto de vista interpretativo donde tenemos el gran acierto de “Mula” con el gran trabajo de Clint Eastwood dando vida a Earl, un hombre chapado a la antigua, con toques racistas y duro (aunque cultive delicadas flores) que es capaz de emocionarnos para hacernos saltar alguna que otra lágrima. Sin lugar a dudas, y aunque el personaje de Earl pueda tener paralelismos con Walt Kowalski (el protagonista de “Gran Torino”), no deja de ser el alma y la razón por la que ver de “Mula”.

Aunque para nosotros “Mula” no es la mejor película de la filmografía de Clint Eastwood, nuestra nota final para ella es de un 8 sobre 10, recomendándoos encarecidamente verla en el cine.

Título original: “The Mule” – 2018 – USA

Dirigida por: Clint Eastwood

Duración: 116 minutos

Género: Drama, Familia, Thriller