¡Por fin colgado!
Hace más de dos meses que no me asomo por aquí y no siento ni chispa de culpabilidad.
Hace tiempo que asumí que la llegada de los posts llevarían mi ritmo, el que tuvieran mis circunstancias y mi flujo creativo.
Pero lo que si me ha sucedido es que se me han acumulado las ganas de expresarme y de contar con ese ratito para mí en el que cuento y escribo, pero también reflexiono y me auto-inventario.
Me gusta mucho la manera en que reapareció Marta después de un tiempo desconectada. Así que he pensado que éste también sería mi formato para reengancharme a mi espacio y también a mi misma. Como ese ritual de belleza casera de los domingos. Un baño con espuma. Un cine una vez al mes o una cenita con amigas.
Hoy comienzo despacito haciendo recuento...
1.
He encontrado trabajo a media jornada.
Quizás no demasiado estable, pero si lo suficientemente satisfactorio en este momento.
Me siento afortunada por haber apostado a hacer lo que me gusta y de compaginarlo con pasar tiempo con Emma. Ser madre trabajadora me hace sentir orgullosa por aportar económicamente mi granito de arena pero sobre todo por seguir avanzando profesionalmente.
2.
Por fin hemos colgado el espejo barroco restaurado en el salón.
El pobre sufrió un accidente y se rompió :(. Tuvimos que sustituir el espejo antiguo por uno nuevo.
Me encantaba el efecto fantasmagórico y las imperfecciones de antes, pero sobre todo me fastidiaba haber recuperado una pieza tan bonita y no poder disfrutarla viéndola colgada.
3.
Sigo haciendo cositas de trabajo por mi cuenta.
Ya os conté que se me pasaba por la cabeza lanzarme del todo al mundo freelance porque estaba empezando a hacer mis pinitos. Ese terreno queda pendiente de ser explorado, pero mientras sigo colaborando en algunas cositas.
4.
He vuelto a dormir de tirón durante 7 horas y a leer en la cama.
Hemos sacado a Emma de nuestra habitación, es decir, que ya la acostamos en su cuarto.
Esta medida a producido que duerma más horas seguidas, yo creo que porque disfruta de más silencio y tranquilidad.
Al principio da pena porque es otro signo de que se hace mayor y eso...Pero reconozco que la cosa se me pasó cuando me di cuenta de que iba a recuperar mis noches de edredón y libro. ¡Cuánto os echaba de menos...!
5.
"El cerebro del niño explicado a los padres" hace que educar parezca hasta algo "manejable".
Entender cómo funciona nuestro cerebro desde bebés, cómo evoluciona poco a poco y de qué manera podemos ayudar y conectar con nuestros hijos con razonamientos tan intuitivos, que algunos dirán que entonces por qué este libro me parece tal descubrimiento...Pues seguramente porque creo que a veces hemos dejado de la mano de Dios los instintos para vencernos a la falta de tiempo, las largas jornadas de trabajo, el consecuente cansancio y la tecnología.
6.
He llorado más con "Lion" que con ninguna otra peli que recuerde.
Ese día yo hubiera escogido Toni Erdmann pero cedí porque mis acompañantes tenía otras preferencias y ahora me alegro mucho de ello (la otra aun está pendiente).
Se me removió todo todísimo. Lo increíble, duro y maravilloso que puede ser adoptar. Las suerte que tengo de haber caído en este sitio con esta familia. La responsabilidad que tenemos con los niños. Lo vulnerables pero fuertes que son.
7.
Quizás inaugure sección sobre "Pensamientos creativos".
Ideas, reflexiones fugaces, visiones infantiles de cosas comunes, afirmaciones y argumentos sobre cómo tomarme la vida.
Este acumulación de días sin escribir ha generado que de vez en cuanto tome alguna nota mental que luego paso a papel para que no vuele tal y como ha llegado. Quizás sea una manera más espontánea de seguir conectada con el blog.
8.
"Hitchcock, más allá del suspense" me ha reabierto el apetito de sus pelis.
La exposición no me pareció nada del otro mundo, si has visto varias de sus películas. Pero (igual que este post) me ayudó a reconectar con una parte de mí que había dejado de lado y que me llena muchísimo.
El viernes pasado volví a ver Rebeca y disfruté como el primer día ;).
La cómoda del escaparate de al lado del trabajo con la que sueño