Durante las próximas tres semanas publicaré cada viernes un post con tips para mejorar tus fotografías. Me lanzo hoy con la primera entrega y, si todo va bien, el seis y el trece de noviembre tendrás disponible la segunda y la tercera parte. En la entrada de hoy voy a centrarme en aspectos básicos sobre composición e iluminación que pueden aplicarse a cualquier cámara, ya sea réflex, compacta o la del móvil (no hay que subestimarla, ¡hoy en día con los móviles pueden hacerse fotos estupendas!). El viernes de la semana que viene entraré en detalles más avanzados sobre el funcionamiento del modo manual y la semana siguiente hablaré de edición de fotografías. ¡Comenzamos!
correo electrónico, ¡estaré encantada de leerte!
AGARRA BIEN LA CÁMARA
Puede parecer una tontada, pero es clave. La cámara –o el móvil– se coge con ambas manos. Si utilizas una sola mano puede que la suerte te regale un fotón, pero lo más probable es que pierdas parte del control sobre el cacharro y la imagen salga movida o torcida. Casi todos los móviles dan la opción de disparar presionando alguno de los botones de volumen, así que no hay excusa para soltar la mano (y en, caso de tener que hacerlo, tampoco es necesario soltarla completamente... puedes disparar utilizando el pulgar).
EL ENCUADRE
El encuadre es la forma en que organizamos los elementos que aparecen dentro de la fotografía. La cámara, al contrario que el ojo, no distingue lo que es importante de lo que no, de forma que somos nosotros quienes tenemos que decidir cuál va a ser el centro de interés de la fotografía y, a través de la composición, guiar la mirada del espectador hacia él.
A la hora de encuadrar la imagen te recomiendo que actives la vista de cuadrícula (casi todas las cámaras y móviles ofrecen esta posibilidad). Una vez tengas claras cuáles son las principales reglas de composición, ver la cuadrícula en la pantalla te ayudará a seguirlas más fácilmente.
Formato vertical vs. horizontal. En el formato retrato o vertical los ojos tienden a estudiar la imagen de arriba a abajo. En cambio, en el formato horizontal o apaisado la mirada se desplaza de izquierda a derecha. Ten en cuenta esto a la hora de elegir uno u otro formato y, sobre todo, a la hora de situar el sujeto principal o centro de interés dentro del encuadre.
La regla de los tercios. Consiste en colocar al sujeto principal de la fotografía en uno de los cuatro puntos de intersección de la cuadrícula. Por raro que parezca, es mucho más atrayente a la vista componer la imagen de esta manera que situando al sujeto en el centro. Si echas un ojo a mis fotografías verás que soy muy fan de esta regla y la aplico bastante a menudo.
Otra forma de guiar la mirada es seguir en tu composición la línea de la proporción áurea. Las fotografías que siguen esta fórmula tienen una armonía maravillosa.
Enderezar la imagen. Para lograr un encuadre equilibrado es preciso mantener recta la línea del horizonte. No obstante, tampoco debemos obsesionarnos con esto en exceso, ya que si nos torcemos un poco siempre podemos enderezar la foto posteriormente en un editor. También es importante elegir dónde queremos situar dicho horizonte: ¿queremos que se vea mucho cielo, mucho suelo, o preferimos colocar la línea en el mismo centro de la foto? Todo depende de la sensación que quieras transmitir. A mí gusta hacer coincidir el horizonte con una de las líneas de la cuadrícula; eligiendo si le doy más protagonismo al cielo o al suelo en función del paisaje de que se trate.
Busca bien el ángulo que más te guste y agáchate si hace falta. ¿Qué es eso de hacer una foto a una hormiga desde tu metro setenta de altura? Ponte de rodillas, súbete a un banco o túmbate en la acera si hace falta... aunque luego tengas que meter la ropa directa a la lavadora. Si quieres fotografiar algo pequeño que está en el suelo, ponte a su nivel, y si quieres conseguir una perspectiva diferente en un paisaje, planta una rodilla en el suelo. ¡Cuando veas el resultado te darás cuenta de que ha valido la pena!
LA ILUMINACIÓN
La luz es vital en la fotografía, sin luz no hay foto. En condiciones de poca luz, lo mejor es utilizar un trípode (o apoyar la cámara en algún sitio y utilizar el autodisparador) para evitar que la imagen salga movida. Evita utilizar el flash que viene incorporado al móvil o a la cámara, porque crea una sensación de artificialidad descomunal. Te aconsejo que lo mantengas siempre desactivado y, en caso de necesitar luz artificial para iluminar tu fotografía, utilices un flexo o cualquier otro tipo de luz que puedas dirigir.
La luz natural es y será siempre la mejor iluminación posible para tus fotografías. Eso sí, debes tener en cuenta que se trata de una luz en constante movimiento: cambia según la hora del día, la época del año, las circunstancias climatológicas... ¡y es aquí donde está la gracia de fotografiar con luz natural!
Luz dura. Es la luz directa que vemos en un día soleado. Los objetos iluminados con esta luz proyectan sombras muy marcadas, la imagen tiene un contraste alto y mucha textura. Cuando tomamos fotografías con luz dura tenemos que cuidar especialmente la exposición y el enfoque para evitar quemar la foto (una foto está quemada cuando en alguna parte hay color blanco puro; es decir, falta de información).
Luz suave. Es la luz de los días nublados. Las nubes tamizan la luz solar de forma que no incide directamente en los objetos, así que éstos apenas proyectan sombra. El contraste es bajo y la foto adquiere una tonalidad apastelada. ¡Es mi iluminación favorita!
Luz frontal. Decimos que la iluminación es frontal cuando al tomar la foto el sol se sitúa a nuestra espalda.
Contraluz. Cuando hacemos una fotografía a contraluz el sol se encuentra enfrente del fotógrafo... y, si la luz es muy luminosa, los objetos que fotografiemos quedarán reducidos a siluetas. Los contraluces son especialmente bonitos al atardecer.
FOTOGRAFÍA DE RETRATO Y DE PAISAJE
No quiero despedirme sin antes dejar un par de trucos a tener en cuenta a la hora de fotografiar retratos (gente o animalicos) y paisajes (urbanos o campestres).
Lo más importante en un retrato es la mirada, así que te aconsejo situar el punto de enfoque en uno de los ojos del sujeto. Además, si quieres destacar al sujeto del fondo, lo mejor es que sitúes a la persona retratada lejos del fondo (no apoyada sobre un muro, sino a un par de metros del muro) y utilices una profundidad de campo pequeña para que el fondo se vea difuminado. En los móviles que traen modo retrato incorporado la cámara se encarga de bajar ella solita la profundidad de campo (;
En los paisajes tendrás que prestar especial atención al encuadre y la composición para que el espectador no se despiste del tema principal que quieras transmitir. Decide dónde colocar la línea del horizonte y muévete por el lugar hasta que todo esté a tu gusto. Puedes jugar con las líneas del lugar, buscar la simetría, crear ritmo a través de patrones repetidos, utilizar la regla de los tercios para guiar la mirada a un punto concreto, etc.
Ante todo, no dejes de moverte, probar diferentes puntos de vista... y romper las reglas de vez en cuando. Al final, una fotografía será tan bonita como tú la veas, siga el patrón de la cuadrícula o no, tenga el horizonte inclinado o recto. Me parece curioso que, muchas veces, cuando publico fotografías en Instagram las que menos me gustan a mí suelen ser las que más gustan a la gente en general... y es que, a la hora de la verdad, la fotografía no es una ciencia exacta. Todo depende del ojo que mira