Música: Elton John – YOUR SONG
Mi historia con la fotografía será seguramente muy parecida a la historia de otras mujeres. Llegan los hijos, tomas conciencia de la fugacidad de la vida y quieres capturar cada momento, cada nuevo gesto, cada descubrimiento… y hacerlos formar parte de ese repositorio de recuerdos que no sólo serán nuestros, sino también de ellos. Y así, en esos primeros años de maternidad empecé a formarme todo lo que pude, sobre técnica, sobre luz, sobre niños, sobre composición… y a hacer fotos, muchas fotos, muchísimas.
Pero lo cierto es que, aún sin saberlo, la fotografía llegó a mí mucho antes de que vinieran los niños. En la casa de mis primeros años, mi padre tenía un cuarto oscuro que recuerdo empapelado de fotos en blanco y negro de mi madre. También teníamos muchos álbumes de fotos, y diapositivas, y cajones llenos de negativos, de películas de Súper 8 y aparatos que nunca supe para qué servían. Y ahora que vuelvo la vista atrás, también me recuerdo siempre con mi propia cámara, desde las primeras desechables, pasando por una Werlisa heredada, las compactas, las digitales, la réflex y ahora una Olympus analógica de nuevo heredada. Y tirando aún más del hilo, estas últimas semanas me he visto buceando en el archivo fotográfico familiar más primitivo, y he descubierto a mis abuelos, a mis bisabuelos, con cámara en mano, y en muchísimas fotografías –algunas de estudio y otras totalmente espontáneas.
Así que quiero pensar que, en cierto modo, ha sido la fotografía la que me ha encontrado a mí o que, en realidad, ya estaba ahí, en mi vida, desde siempre, y que yo por suerte me fijé un día en ella.
En estos últimos años he descubierto en la fotografía mi gran pasión, y también una comunidad de gente talentosa y creativa que no hace más que motivarme para seguir capturando el mundo que me rodea y seguir fijándome en aquello que a menudo el ajetreo del día a día hace que pasemos por alto. Al echar un vistazo en mi catálogo de fotos, me doy cuenta de que la cámara se ha convertido en una especie de extensión de mí misma y que he encontrado en el encuadre el mejor medio para expresar mi estado de ánimo, mis miedos, mis alegrías, mis emociones y, en definitiva, para poder consolidar todos mis recuerdos.