Han pasado días desde la última vez que escribí una entrada en el blog, pero ha sido un mes laaaaaaaaargo.
Pero paso por paso.
Lo más super importante es que por fin he ido a la Banquise y he probado la famosa poutine, el plato más típico que hay en Montreal/Quebec. Los ingredientes principales son: patatas fritas, queso en grano y salsa de carne. Pero lejos de parecerse a nuestras bravas, a la poutine además se le añaden ingredientes a gusto, se puede hacer con batata, etc. En la banquise hay tropecientos platos, y realmente puedes escoger entre un montón de ingredientes.
Este plato no recuerdo bien, pero tenía crema agria, champiñones y bacon, además de los ingrediente principales.
Un dato curioso a añadir es que sirven Poutine en TODAS partes, McDo, en el comedor de la uni, en cualquier restaurante, y hasta en la calle. También lo puedes encontrar como plato principal o como acompañante. Bueno, si venís, ya sabéis qué tenéis que probar.
Y amigos míos, esto es Montreal desde el Mont-Royal.
No se puede comparar a mi bonita Sevilla, porque acabaría perdiendo, pero esta tiene un encanto diferente. No sé si es la organización, las facilidades y contrariedades, o simplemente por el hecho de que es diferente a lo que conozco; y como bien dije anteriormente, si al irme a Sevilla noté un gran cambio, aquí lo noto mil veces más. Pero Montreal es tan sencilla, se adapta a todo y a todos, hay tantas cosas por hacer, tan moderna, tan abierta. Es simplemente ideal. Pero bueno, no soy objetiva lo sé, yo me enamoro de todas las ciudades a las que voy, ¿Y qué le voy a hacer si estoy enamorada del mundo?
A la subida del Mont-Royal encontramos unas adorables ardillitas…
¿Qué más? Nos ha nevado. Cada vez que le digo a alguien que está nevando o que hace -10ºC se vuelven locos, y me dicen que aquí no aguantarían. ¿Acaso cree la gente que salimos a la calle en bikini?
Bueno vale, yo sí… ¡Soy del norte!
Pero por lo visto, no todos llevamos tan bien el invierno québécois.
Por suerte los días con una temperatura superior a 5ºC han llegado a Montreal.
Y ya, como habréis visto en Facebook, me he cortado el pelo. Sí, un impulso más de los míos. Un día me desperté ví este tutorial de Youtube, y ¡Adiós pelo! Me lo corté yo solita.
Lo sé… salgo ganando
Y ya, sí que sí por último, el CONSEJO del día a los que no os váis lejos por miedo. Desde que dije que me iría hasta ahora, no han parado de llover comentarios tipo “es una locura”, “no sé porqué te vas tan lejos” “¿y no te da miedo estar sin tu familia y sola?”, etc. A esa gente, os agradezco que dejéis de hacerlo, no es fácil estar lejos, y aunque yo esté segura y contenta por mi decisión, comentarios así embajonan.
[INCISO: Hablando de irse lejos, si queréis iros a Dublin en esta página clic aquí os ayudarán ]
Pero vayamos al grano, toda esa gente tiene razón, es una locura, está lejos y da miedo. Es muy duro estar lejos de tu familia y amigos. Y, sobretodo lo es cuando pierdes seres queridos o hay algún evento importante y tú sigues todo el proceso desde lejos, es difícil, sobretodo cuando eres nuevo en la ciudad y vienes solo, cuando no hay nadie que te dé el abrazo que necesitas o la simple compañía. Es duro ver como tus familiares y amigos siguen sus vidas y que lo máximo que pueden hacer es preguntarte cómo estás, si es que lo hacen.
Pero es un sacrificio a cambio de algo. Y todo lo que merece la pena es laborioso. Tú y solamente tú decides qué tipo de vida quieres llevar, pero recuerda esto: Tienes que vivir tu vida, no la de los demás, porque nadie mejor que tú puede hacerlo, así que si quieres salir del cascarón, ¡Adelante! Hay mucha vida que vivir.
Estos días he perdido a alguien muy especial en mi vida, alguien que ha estado desde el minuto cero ahí, y ni siquiera he podido despedirme como me hubiera gustado. Así que sé de lo que hablo. Y, gracias a las tecnologías de hoy en día, todo se lleva mejor. Pero lejos de hacerme más débil, me ha dado fuerzas, y lo más importante es que me las ha dado para enfrentarme a la que era la mayor de mis preocupaciones y plantarle cara. Y ahora, aunque siga doliendo la pérdida, puedo decir que NO, no me arrepiento de haber cruzado el charco.
Y pues como necesitaba que alguien me lo dijera (y seguramente a alguien más le hará falta), Solange me hace ese “favor” :) A ti que lo estás leyendo, por muy cursi que pueda parecer, míralo hasta el final.
Un saludo desde Montreal