Todavía recuerdo cuando mi padre me decía que con mi cara (de fea) no iba a llegar al 2000. Sí, se cree gracioso. Bueno, pues no sólo llegué al 2000, sino que estoy a punto de pasar al 2017, que con lo poco que queda sería mala pata no pasar de año, pero a veces esas cosas son impredecibles.
[por cierto mi padre le está preguntando ahora mismo a la pequeña N* que si sabe lo que les pasa a los feos… Solo digo que la respuesta ha hecho llorar a los dos monstruitos]
Pues bien, como decía, estamos a pocas horas de finalizar el 2016, y la mayor parte de los habitantes de la tierra ya ha hecho su lista imaginaria de lo que este nuevo año SÍ va a hacer, aunque todos sabemos la facilidad que tenemos de automentirnos. Sabemos que no lo haremos, pero decimos que sí, que este año seguro lo conseguimos. Como por ejemplo: apuntarse al gimnasio. Me gustaría saber cuánta gente se lo ha propuesto, y cuánta gente finalmente se apuntará (e irá). O la dieta del bikini anticipada. Por no hablar de ahorrar, ¿cuánta gente se pegará el viaje de su vida con el dinero supuestamente ahorrado? Pues sí, algunos lo consiguen, otros nos olvidamos con la primera resaca del año.
Yo estoy en el último grupo
He buscado listas en internet que me dé ideas de propósitos, pero todas se repetían, tanto o más como voy a hacer yo a continuación, y, o eran demasiado absurdas o no las podía cumplir. Estos son unos ejemplos:
Dejar de fumar: ¡hecho! Es muy fácil esta, sobretodo cuando NO eres fumador;
Ahorrar: mejor me concentro en encontrar trabajo primero, y ya si eso ahorro, o no;
Hacer un viaje: la anterior respuesta, ha respondido a esto;
Tener una relación de pareja: Pues no estaría mal, pero… sí, sería terrible;
Tener una dieta balanceada: Bueno, esta se podría cumplir, pero no pienso plantearme tal crimen, a tope con la comida basura y el chocolate, las lorzas ya las quitaremos haciendo ejercicio;
Hacer ejercicio: Este sí me gusta… Pero seamos sinceros, me falta fuerza de voluntad y me da ganas de comer, al final todo es un círculo vicioso;
etc.
Y como en internet hay más basura que en McDonald’s, he decidido elaborar mi propia lista basada en las cosas que he aprendido en 2016 y la voy a compartir para, que el que quiera, tenga mejores ideas que lo que se ve por ahí. Aunque reconozco que algunas son las típicas, que no quita que las quiera aplicar:
Mantener la casa arreglada: Alguien dijo que puedes saber como está el alma de cada uno, solamente con abrir su armario. Parece estúpido, pero tiene su parte de razón. Ya sea por pereza, por mala organización (ambas cosas negativas), o por lo que sea, buscamos siempre una excusa para no limpiar. Y es que la limpieza y el orden traen una especie de paz necesaria para nuestro día a día, es decir, positividad. Y yo, como ganadora al premio de chica desordenada, lo sé. Así que empezaré por hacerme una lista de todas las cosas que tengo que hacer, como cuando compartía piso. Si lo consigo, se me hará más fácil cumplir con los siguientes propósitos.
Encontrar trabajo: Pero un trabajo que me guste. Este propósito quizá sea el más difícil de cumplir y el más controversial. Si dijera todo lo que opino, ocuparía todo un artículo. Así que el único consejo que me/te/os doy, es: No convertirse en un esclavo. Lo que no quiero es llegar a una edad y arrepentirme de no haber disfrutado lo suficiente cuando podía o no haber vivido a mi manera, solo porque la sociedad diga que no es la ideal, o la más común. Así que si eres de esos que no quieren conformarse, cambia el chip, nunca es tarde (Ojo! eso no quita que temporalmente uno se permita trabajar en algo por ahorrar un pelin más, pero que sea por un corto plazo)
Alan (al que admiro) metaforiza la vida de esta manera particular. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Ahorrar dinero: pero con el único propósito de viajar, aunque sea por mi Andalucía querida. Pero no volver a repetir que no viajo por falta de dinero, porque hay formas de hacerlo con poco, solo hay que estar dispuesto a probar cosas nuevas.
Hacer ejercicio. Sí, sí, el típico, y el más fácil de cumplir, pero en el que seguro fallo. Tengo que intentarlo. Y ojo, que nunca he tenido complejo con mi cuerpo, pero subir las escaleras de mi patio y sentir que se me va salí er corasón der pecho no creo que sea muy normal.
Por cierto, anoche corrí la San Silvestre en categoría baby (acompañando a los peques) y me dí cuenta de lo patética, “deportivamente” hablando, que soy…
Acabar mi novela: que no va mal encaminada. Es una de las tantas que he empezado, pero por primera vez he pasado de las 100 páginas.
Y ya que estamos, plantar un árbol, y así completo las tres cosas que hay que hacer en la vida (Hace años, mi Sims se encargó de hacerme madre).
Actualizarme diariamente de la política de mis queridos países.
Escribir artículos de opinión y enviarlos a periódicos. Porque sí, porque tengo ganas. No penséis que porque escriba estos chorrartículos no puedo ser seria. Llevo años diciendo que tengo que hacerlo y nunca lo hago, pero este año sí. Que me los publiquen o no, es otra cuestión, pero quiero vivir la satisfacción de enviarlo.
Hacer Vlogs de todas las ciudades que visito (empezando por mi little country). Es algo que siempre he querido hacer y aunque aún no dispongo de la cámara tan deseada ni de un ordenador en condiciones para editarlos, puedo hacer uso de mi iPhone 7 (postureo, modo ON)
Arreglar el ampli y tocar más la guitarra.
Acordarse cada mañana de ser feliz.
Hacer feliz a los que me rodean.
No darle importancia a la gente que simplemente no me traen nada positivo.
Y renovar constantemente la lista durante todo el año.
Cumplirla.
Mi conclusión sobre esta lista es, que algunos de mis propósitos se contradicen unos a otros, y es difícil llegar a todos, pero si empezamos poniendo pegas, vamos mal. Optimismo me sobra. Y aunque puede que me vuelva a automentir, queda grabado en internet, así que vivo con la presión de no fallar a mi lista super “larga” de seguidores.
La cuestión es que creo que todos deberíamos de hacer una lista. Si os fijáis, casi nunca nadie desea nada malo, es todo muy happy flower, todo el mundo intenta buscar su felicidad de alguna manera u otra. Esta me recuerda al primer propósito, cuanto más organizadas tengas las cosas, más fluye todo. Pero dejemos mi postureo filosófico… ahora voy a a elegir el pijama que me pondré esta noche para tomarme las uvas en er zofá de mi caza.
¡FELIZ AÑO NUEVO!