Este tema ha preocupado mucho a mis seguidores que sois jóvenes, tenéis inquietudes y sobre todo, muchas obligaciones. La semana pasada hablé de unas poquitas técnicas de estudio que apliqué también a la lectura pero hoy vamos a meternos más a fondo. ¿Listos?
Voy a cambiar el color de letra para aplicar estas técnicas de estudio a la lectura, así que, si viniste hasta aquí y eres lector pero no estudiante. Céntrate en este color ^^
1- El cerebro sólo presta atención los primeros 45 minutos. Sí, sé lo que estás pensando: que tú estudias durante siete horas seguidas y te funciona perfectamente... entonces no estarías leyendo ésto. Lo ideal tanto para estudiar como para leer es plantearse sesiones de 45 minutos con otros 15 de descanso y os puedo asegurar que está demostrado que se consigue mucho más así que estudiando un puñado de horas del tirón.
El problema es que a veces tardamos mucho en concentrarnos y cuando llegamos a los 45 minutos acabamos de empezar y decidimos continuar, ¡es lógico! las técnicas de estudio no son milagrosas, requieren entrenamiento y el cerebro es un músculo muy exigente.
Además en esos 15 minutos lo normal es que sigamos dándole al "run run" de la tarea que teníamos antes a medias ¡¡ERROR!! hay que hacer algo que nos desconecte completamente de la tarea y no, la televisión y el teléfono no sirven, ya lo expliqué la semana pasada. De hecho, lo ideal es leer.
Aunque hay personas que pueden leer durante horas seguidas, si te cansas, haz pequeños descansos o incluso combínalo con otros libros, podrás leer durante muchas más horas con esta técnica hasta incluso 3 libros a la semana si los vas intercambiando.
2- El cerebro se cansa igual que se cansa el cuerpo cuando haces ejercicio. Lo ideal es repartir las tareas, en la medida de lo posible, claro, en esos tramos de 45 minutos que hemos mencionado antes. Imagina que las tareas se pueden numerar según el nivel: una tarea muy sencilla sería un 1, otra más o menos fácil sería un 2, las normalitas un 3, los trabajos más complicados un 4 y el 5 corresponden a tareas de memorización complicadas.
Bien, con la premisa de los números lo normal es empezar con un 2 pues el cerebro acaba de sentarse a estudiar pero está muy fresco, luego seguiremos con un 3 y pasaremos directamente al 5 pues ya hemos conseguido la concentración necesaria pero no estamos cansados, después seguiremos con una tarea del 4 y dejaremos para el final lo más sencillo, las tareas del 1.
Sé que no siempre tendréis tareas tan variadas, a veces sólo tendréis tareas del 2 o sólo tareas del 5, intentad combinarlas durante la semana para que cada día haya la mayor variedad posible pero sobre todo NUNCA dejéis lo más difícil para el final pues es cuando estáis muy cansados y ya no se rinde igualmente.
No hace falta que te leas las 300 páginas del tirón, lee un ratito por la mañana, en el autobús, un rato por la tarde, antes de acostarte, busca varios momentos al día. ¡Prueba y me cuentas!
3- El cerebro también quiere comer. Parece una gran chorrada pero llevar una alimentación lo más sana, variada, lejos de sustancias agresivas (café, coca-cola, tabaco, bollería industrial, drogas), repartidas en 5 comidas al día, van a favorecer las funciones del cerebro. ¡Esto lo sabemos todos! ¿entonces por qué seguimos comiéndonos una chocolatina y un sandwich o saltándonos comidas? por el estrés de los exámenes, cuanto más estresados estamos, peor nos cuidamos y aumentamos el estrés.
Si eres un adicto a la lectura como yo, no olvides comer por estar enfrascado en un libro, es importante que ese cerebro se alimente para tener fuerzas para leer. ¡Y cuanto más sano, mejor!
4- Al cerebro le encanta dormir. Para aprender es necesario dormir. ¿Y eso por qué? porque todo lo que pasa por la memoria a corto plazo necesita del sueño para ir a formar parte de la memoria a largo plazo, por eso es una equivocación no dormir antes de un examen, de hecho, lo mejor es no tocar esa materia en las 24 horas anteriores al examen y ya sé que es difícil ¡pero no imposible! Sobre todo, no hacer ese último repaso desesperado la hora antes del examen, ¡creedme! os estáis haciendo un flaco favor. Los nervios os traicionarán y podéis mezclar conceptos que no están en la memoria a largo plazo, no les ha dado tiempo a afianzarse.
Por mucho que te empeñes en leer toda la noche, el cerebro necesita dormir, si estás cansado es mejor echar una siesta aunque sean las 4 de la tarde, después leerás más concentrado y disfrutarás más de la lectura.
5- El cerebro no vive aislado del resto del cuerpo. Lo que tú le hagas al cerebro, se lo estás haciendo al corazón, los pulmones, los músculos... y viceversa. Por eso es tan importante realizar cualquier tipo de actividad física mientras estudiamos, aunque sea salir a correr media hora tres días a la semana ¡notaréis las endorfinas!
Aunque no lo creas el ejercicio activa las endorfinas del cerebro y lo hace estar más activo a la hora de leer, quizás es lo que falla cuando no nos llegan las ganas de leer.
6- El cerebro tiene un romance con la meditación. Así es, queridos lectores, estos dos se enamoran una vez se conocen. ¿Todavía no los habéis presentado? Existen gran cantidad de tipos diferentes de meditación, en Youtube podéis encontrar meditaciones guiadas facilísimas. ¿Para qué sirve? Nos relaja, despeja la mente, elimina el estrés, nos prepara para una actividad complicada, nos ayuda a dormir... Meditar durante unos minutos antes de dormir nos facilita el descanso y hará que todo el estrés del día lo dejemos fuera de la cama y no se acumule con el del día siguiente ¡es el momento preferido del cerebro!
Medita durante unos minutos antes de sentarte a leer ¿por qué? para despejarte de todo lo demás y concentrarte solo en la lectura ¡a mí me viene de lujo!
7- Al cerebro no le gusta estudiar las 24 horas del día. Ni a él ni a nadie. Igual que hemos previsto un planing en el punto nº2 para organizar las tareas es muy importante hacerlo también a gran escala y dejar que haya tiempo para todo, de hecho, la variedad de actividades durante el día optimizará las horas de estudio. ¿Recordáis cuando la semana pasada dije que la cabeza y el cuerpo deben estar siempre en el mismo sitio y al mismo tiempo? Pues es muy importante que cuando estéis cocinando, disfrutéis de la cocina, que cuando estéis con la pareja, en fin.. que cuando estéis en la ducha o realizando tareas domésticas estéis haciendo solamente eso, ya habrá tiempo de estudiar y que cuando estéis estudiando, dejéis todo lo demás fuera de los libros.
Una de las causas de las crisis lectoras son los empachos, si te has pasado muchas horas o muchos días seguidos leyendo puede que de repente el cerebro se te canse de tanta lectura, ¡dale un respiro!
8- Y voy a ir dejando lo mejor para el final: El cerebro sabe que estudiar y memorizar NO es lo mismo. ¿Tú no? Efectivamente queridos estudiantes, a veces nos centramos en repetir un párrafo una y otra vez hasta memorizarlo y es que la memorización es parte del estudio, pero no lo es todo, existen una variedad infinita de técnicas para estudiar que no se limitan a la repetición. Por ejemplo: Escribir. ¡Vaya cosa! ¿verdad? parece que he descubierto América y en realidad he dicho una obviedad, pero que a veces pasamos por alto, no es suficiente con leer una y otra vez el mismo texto, escribirlo hará que se retenga con más facilidad, así como hacer anotaciones, subrayar, buscar en el diccionario todo lo que nos genere dudas, crear mapas conceptuales, resúmenes, esquemas... todo lo que se os ocurra os vendrá genial para manejar esa información, para amasarla, transformarla y trabajarla bien para que llegue bien triturada al cerebro y él lo tenga más fácil para retenerla.
Ésto no es la primera vez que lo digo: hay personas que no soportan leer relatos, poesía o teatro porque les resulta más natural leer novelas ¡yo soy una de ellas! a veces he aconsejado "rapear" la poesía, pero además podemos tratar de interpretar las obras de teatro, leer los diálogos en voz alta, buscar música que acompañe una escena o dibujar lo que un relato nos ha sugerido. ¡Se disfruta más intensamente de la lectura!
9- ¡Vamos con lo guay! Hacerse auto-exámenes. A veces hay que poner a prueba al cerebro. No sabemos qué va a pasar el día del examen, no tenemos ni idea, pero podemos anticiparnos y practicar ¿cómo? intenta ponerte en el lugar del profesor y realiza exámenes que más tarde responderás, corregirás y te pondrás nota, podrás ir subiendo la dificultad o incluso la variedad: preguntas cortas, largas, ejemplos, test... Sobre todo te servirá para eliminar esas faltas de ortografía que surgen cuando ¡no se te había ocurrido escribir esa palabra antes! y quizás hasta coincidas el día del examen con una de tus preguntas. Además estarás menos nervioso.
A veces a la hora de escribir reseñas no se nos ocurre qué decir y hacernos preguntas es una manera muy fácil de redactar: quiénes son los protagonistas, qué tienen de especial, en qué lugar se desarrolla, qué ocurre, cómo acaba, qué más nos ha gustado, qué podríamos cambiar, etc...
10- ¡¡Hacer chuletas!! ¿Quéee? ¡No me he vuelto loca! Hazme caso y sigue leyendo que el cerebro es más listo que nosotros. He dicho "hacer chuletas", NO "utilizar chuletas" hay una gran diferencia. Evidentemente esta técnica no la aprueban todos los padres pero a mí, plin. ¡Funciona estrepitosamente! Me explico: cuando hacemos una chuleta se trata de meter en el menor espacio posible la mayor cantidad de información. Así pues, lo mejor que puedes hacer es una chuleta que te sirva para aprobar ese maldito examen, pero no la vas a utilizar, lo que vas a hacer es mejorarla, cada vez que la repitas deberás meter los mismos o más conceptos en menos palabras, cada vez más pequeñito, con más reglas nemotécnicas (si no sabes lo que es, pregunta y lo explicaré el siguiente martes) más abreviaturas, cada vez más concentrado, más específico hasta que sea lo más diminuto y funcional de lo que seas capaz ¿por qué? porque al hacer ésto estás interiorizando los conocimientos, al tener que repetirlo y mejorarlo estarás memorizando y conseguirás que a través de esta técnica el día del examen no necesites ninguna chuleta pues después de trabajar tanto la información la habrás memorizado por completo. (Si tus padres te pillan haciendo chuletas en casa, te dejo que les enseñes esta explicación y si los que te pillan son los profesores en clase: ¡¡muy mal!! te dije que no las íbamos a utilizar).
Este pequeño consejo servirá para aquéllos que noten en los comentarios que sus seguidores no leen sus reseñas ¡quizás las escribas excesivamente largas! a veces la gente no quiere leer un estudio pormenorizado de un libro ni un análisis en profundidad, sólo quieren saber qué tiene de atractivo el libro, si lo recomiendas y por qué. ¿Y cómo se escriben reseñas más breves? ve concentrando la información, reduciéndola cada vez más hasta que rehagas la reseña tantas veces como te guste.
¿Necesitas un resumen? Organízate, establece un horario y orden de tareas. Dale descansos al cerebro y cuídalo con ejercicio, alimentación sana, prueba la meditación y concéntrate en lo que estés haciendo en cada momento. No te limites a repetir para memorizar, esquematiza, resume e incluso hazte preguntas a ti mismo.
Espero que ésto os sirva y que podáis aplicarlo a vuestro plan de estudios y si necesitáis algo más o diferente, pedídmelo ^^