Lo había planeado hace muchos años, pero el golpe de los generales cambió mis ideas con los piés puestos en el barco que nos llevaría hasta sus costas desde tierras griegas y menos más que los dioses fueron benévolos para que ocurriese no estando en su tierra, caso que hubiese sido bastante problemático. Ahora ya tenía todo preparado para esta primera visita a la gran Santa Sofía que muchos llaman de varias formas pero que para mí solo suena de esta manera puesto que fue con el nombre que la conocí la primera vez que el arte bizantino se puso ante mis ojos. Me llamó la atención los colores, las pinturas y las inumerables lámparas propias del estilo arquitectónico.
Sus orígenes se pierden en el 360 cuando el Emperador Cosntantino hizo levantar una iglesia en el centro de la ciudad bajo el nombre de Megale Ekkesia, no duró mucho puesto que fue pasto de las llamas en el 404 precisamente el 20 de junio y de nuevo se levantó una nueva, más grande y resistente entre el 404-406 bajo planos de Rufinos e inagurada el 10 de octubre del 416. Fue mecenas de esta segunda iglesia el emperador bizantino Teodosio que apoyó con su dinero el plano de la iglesia con tres naves en forma de basílica; todavía podemos ver restos de esta construcción en las bases, escaleras y un friso rico y llamativo.
Justiniano ya en el trono después de algunas guerras en las que se vió envuelto, mandó construir la iglesia que se visita hoy en día. Un impresionante edificio contrasta que es a la par serio y austero en su exterior, mientras que en elinterior estálleno de mármoles y unos mosaícos capaces de hacer asombrar al más puesto en arte; sombras y luces, reflejos y revestimentos dorados dan a este interior especial un orden casi mareante lleno de vida a la misma vez que nos lleva a la oración más profunda.
En 1453 se convirtió en mezquita y en un punto de referencia para arquitectura musulmana. Hoy en día la basílica es una visita obligada porque es la única que tiene aunadas la tradición cristiana y musulmana en un mismo edificio.
Es visitada como museo desde que Mustafa Kemal Ataturk puso firma a la repúplica en febrero de 1935 y la inaguró como tal. Aya Sofía nombre que se le dá hoy en día tiene la cualidad de ser la construcción cuadrada con cúpula central y dos pequeñas simicúpulas más importante de la arquitectura. También es la cuarta iglesia que tiene una de las áreas cubiertas más grande del mundo después de San Pablo de Londres, San Pedro de Roma y el Duomo de Milán.
Que se la llame Aya Sofía viene derivado de los tres títulos dedicados a Dios: Aya Sofía es la sabiduría divina, Aya Irene es la quietud y paz y Aya Dinamis es el poder sagrado.
Y por fín pusimos los pies en tierra turca, la primera impresión que se tiene cuando la cúpula rompe el cielo entre los cuatros minaretes es de monumentalidad y asombro. El día propicio para estos contrastes hicieron que el sol nos llevara la imagen de un pétreo y serio edificio levantando sus brazos (torres) al cielo y nuestros ojos se fueron acostumbrando a sus dimensiones a la vez que poco a poco nos fuímos acercando hasta sus puertas. Ya se sabe que está aquí como museo pero la verdad es que a mí eso me importaba poco, por fín estaba bajo su sombra, bajo su influencia y la primera impresión de seriedad, yo diría casi militar, se desvaneció cuando entré en su interior y me deslumbré con los tonos oros que resplandecían redondos y daban miles de reflejos en la piedra con mosaícos y adornos.
Qué se puede pensar dentro de este coloso?… simplemente nada, solo quedarse admirada en el centro de su cúpula e ir girando 360º para no perderse nada. Se puede preguntarse a sí misma muchas cosas: qué dicen esas letras que la convirtieron de cristiana a musulmana?….no importa porque la construcción supera su hermanamiento con alguna creencia humana. Es un sitio para pensar con la mirada perdida en el techo, para dejarse caer en cualquier rincón y detener la mirada en cada detalle, una admiración suprema invade el cuerpo mientras te aislas de las verdaderas invasiones que con la llegada del medio día entran en el templo con guías de hablas lejanas y ajenas.
Sus muros están levantados con ladrillos que fueron expresamente fabricados para ella con la inscripción en muchos de ellos de “Meggaie ekklesia”. En cambio los de la cúpula fueron fabricados con tierra mucho más fina y de más frágil composición . Nada hay de sus magnificos mosaícos que han despararecido de sus paredes. Algo de sus pinturas están plasmadas en el Cristo que hay en el arco de de la puerta real y en el absíde que tiene la pintura de la Virgen con el Niño.
La cúpula considerada como una portento de belleza está formada por cuarenta medios arcos que se unen en el centro, recubiertos de mosaicos y con ventanas que son las causantes de que se produzca el gran fenómeno de los reflejos en días con sol.
*Dirección: Sultanahmet, frente al Palacio de Topkapi y la Mezquita Azul.
*Horario: de martes a domingo de 9 a 16 horas. Lunes cerrado.
*Precio: 6 euros.
DAMADENEGRO 11/4/2009
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