Las palabras son traicioneras, pero el cuerpo rara vez engaña. Hay un gran número de gestos que se realizan de manera inconsciente y, si sabemos interpretarlos, pueden darnos una pista sobre lo que nuestro interlocutor realmente está pensando.
La siguiente es una guía básica de los gestos más frecuentes. Estudia bien y detecta el comportamiento corporal de quienes te rodean, así como el tuyo propio.
La mirada
Directa: Expresa el deseo de comunicarse abiertamente, siempre y cuando la mirada se sostenga durante un tiempo normal. Si es demasiado, indica desafío o atracción sexual.
Esquiva: Falta de sinceridad o deseos de ocultar algo.
Ojos vidriosos: Muestran falta de atención, aburrimiento.
Mirada social: se dirige al triángulo formado por los ojos y la boca. Su objetivo es establecer una relación cordial.
Mirada de negocios: Se dirige al centro de la frente del interlocutor. Indica seriedad.
Mirada íntima: Se dirige de los ojos a otras partes del cuerpo del interlocutor.
Mirada de reojo, soslayo: Demuestra interés, hostilidad y sospecha. En el primer caso, generalmente el gesto se acompaña por la elevación de las cejas o una sonrisa. En el segundo caso se demuestra por el fruncimiento del ceño o el movimiento de las comisuras de la boca.
Mirada por encima de los anteojos: Indica soberbia (aún cuando no exista esa intención) y puede amedrentar al interlocutor. En este caso, lo mejor es quitarse los anteojos antes de hablar.
La cabeza
Ladear la cabeza: Es signo de coquetería, timidez y atención (habrá que analizar el contexto y circunstancias y relacionarlo con otros gestos).
Cabeza hacia arriba: Señal de actitud neutral con respecto a lo que se dice o a lo que acontece a su alrededor. Si el gesto es exagerado, indica soberbia.
Cabeza hacia abajo: Actitud negativa y hasta de desaprobación con respecto a lo que se dice.
Manos detrás de la cabeza: Actitud dominante. La persona tiene gran confianza en sí misma y se siente superior al otro.
Manos y brazos
Palmas hacia arriba o mostrar las palmas: Gesto de sinceridad. Quien lo realiza no tiene nada que ocultar.
Frotarse las manos: Actitud positiva que muestra felicidad porque se obtendrán buenos resultados.
Entrelazar las manos: En todos los casos, se trata de una actitud negativa y hostil e insegura.
Formar una ojiva con las manos: En general es empleado por jefes y personas con autoridad que se sienten seguras de si mismas, demostrando así que son superiores.
Tomarse las manos por detrás de la espalda: Es un gesto característico de la policía, el director de un colegio, un militar, por ejemplo. Trasmite seguridad en sí mismo, valentía, superioridad. Pero si se toma de las muñecas, indica frustración e intento de auto-control.
Mostrar el pulgar: Los pulgares manifeistan superioridad, falta de humildad por parte de quien los exhibe. Pueden mostrarse asomando de los bolsillos de un pantalón o al curzarse de brazos. Señal, incluso de agresividad o intento de dominio.
Cruzarse de brazos: Actitud defensiva. Si los puños están cerrados, hay un comoponente de agresividad.
Manos en la cintura o las caderas: Indican que el individuo se encuentra preparado para entrar en acción. Actitud de alerta, agresiva o de seducción.
Taparse la boca o tocarse la nariz: Disimulados o no, estos gestos señalan que una persona miente, que es deshonesta o que está ocultando algo.
Frotarse un ojo: No se está diciendo toda la verdad.
Frotarse la oreja: Lo mismo que el caso anterior.
Rascarse el cuello: Indica duda, incertidumbre.
Tirar del cuello de la camisa como ahogandose: Es el gestos que hacen algunas personas cuando han dicho algo que no es cierto o los pone en un aprieto y creen que el interlocutor se ha dado cuenta.
Llevarse los dedos a la boca: Demuestra inseguridad.
Tocase la barbilla o el mentón: La persona que hace esto está tomando una decisión.
Posar la mano sobre la mejilla: La mano abierta señala aburrimiento, en cambio, la mano cerrada indica que la persona está evadiendo una situación.
Limpiar los anteojos, moder lapiceras: Intención de ganar tiempo y postergar una decisión.
Piernas y pies
Apuntar con los pies a una dirección: Los pies señalan hacia donde quiere ir la persona.
Piernas separadas: Actitud abierta y amistosa.
Piernas cruzadas: Barrera defensiva, nerviosismo, reserva o coquetería femenina.
Pies sobre el escritorio: Sentido de posesión, propiedad.
Pierna sobre el apoyabrazos del sillón: Despreocupación.