La mayor farmacéutica del mundo
En 2009 pagó una multa récord de 2.300 millones de dólares para cerrar un caso sobre sus prácticas comerciales fraudulentas para la venta de algunos medicamentos en Estados Unidos. Ese mismo año negoció con el Gobierno de Nigeria un acuerdo para evitar un juicio por la muerte de 11 niños en el país africano y las secuelas causadas en decenas de ellos en el ensayo clínico de un medicamento llamado Trovan. En 2012 también pagó una multa millonaria para eludir cargos de soborno fuera de Estados Unidos. En 2016 más de 30 directivos y delegados comerciales de Pfizer fueron despedidos por "malas prácticas", entre ellas, hacer regalos caros a los médicos con el objetivo de que estos compraran y recetaran después sus medicamentos. En 2019 supimos que la farmacéutica ocultó que uno de sus medicamentos más potentes contra la artritis reumatoide podría reducir el riesgo de padecer alzhéimer en un 64%. Pfizer decidió no investigar por "rigurosos estándares científicos".
Y llegó la pandemia y su gallina de los huevos de oro: la vacuna contra la covid, cuyo ensayo clínico termina en mayo de 2023. Una "vacuna" que no solo es poco efectiva en niños de 5 a 11 años, sino que provoca vasculitis cutánea, síndrome de fuga capilar, eritema multiforme, glomerulonefritis, síndrome nefrótico... y así hasta más de 1000 efectos secundarios que la propia compañía tuvo que publicar el pasado enero por orden del juez Mark T. Pittman. Es más, una investigadora involucrada en los ensayos de la vacuna ha denunciado que la compañía de investigación clínica realizó "malas prácticas" durante las pruebas, como falsificar datos, etiquetar mal las muestras y no dar seguimiento a los efectos secundarios comunicados. Su última polémica ha sido retirar un medicamento para la hipertensión al detectar niveles "inaceptables" de carcinógenos.
Vacuna contra la covid-19
Que digo yo, ¿Pfizer y el resto de farmacéuticas se preocupan realmente por nuestra salud o su objetivo es hacerse asquerosamente más ricas de lo que ya son?